Un ataque suicida mata a seis personas en una nueva oleada de atentados en Irak
Bombas contra un partido kurdo en Kirkuk y contra otros objetivos en Ramadi y Kerbala
La ofensiva militar estadounidense no logra acallar a la insurgencia iraquí. Un nuevo ataque suicida con coche bomba se cobró ayer seis vidas en Kirkuk, a 250 kilómetros de Bagdad. Cuarenta personas resultaron heridas. El atentado estaba dirigido contra las oficinas de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK). En Ramadi, a 100 kilómetros al noroeste de la capital, una bomba mató ayer a un soldado norteamericano e hirió a otros dos. La noche anterior, en la misma localidad, un coche bomba fallaba en su objetivo, un miembro del consejo municipal pronorteamericano, pero mataba a un niño y a un adulto. Otros dos menores murieron al explotar una bomba en una escuela de Kerbala.
[Un oficial de la policía iraquí anunció ayer que el Ejército norteamericano ha detenido a un cuñado de Sadam Husein, Archad Yassin, piloto del helicóptero privado del presidente iraquí derrocado y uno de los principales responsables de su seguridad personal hasta comienzos de los noventa.]
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