García de Cortázar desentraña 'Los mitos de la historia de España'
"Los mitos son máscaras, relatos que tallan en la memoria de la gente recuerdos falsos y creencias impersonales", asegura el historiador Fernando García de Cortázar (Bilbao, 1942) en el prólogo de Los mitos de la historia de España (Planeta), su nuevo trabajo, que ayer se presentó en Madrid y en el que trata de romper con lo que podrían denominarse como símbolos conceptuales de nuestra historia. El anticlericalismo español, el exilio como tradición y desgarro, la oposición entre Castilla y la periferia y más concretamente Cataluña, la imagen negra y romántica de España, la idealización de la República y el silencio en el que fueron sepultados los vencidos del 39, contraponiéndolo con los cantos a las virtudes del régimen de Franco, son algunos de los tópicos que García de Cortázar trata de desentrañar.
Partiendo de que hay mitos de la izquierda y de la derecha, lo que este historiador pretende es que unos y otros revisen su "iconografía histórica". "Éste es un libro para la reflexión y de posible repercusión política, en él se destruyen las leyendas pero no a las personas que las sufren. Este libro tiene que servir para que los españoles cambien la idea que tienen de sí mismos", explicó ayer el catedrático de Historia Contemporánea la Universidad de Deusto.
Castilla, arcaica
De entre todos los mitos abordados, García de Cortázar ha disfrutado especialmente con el capítulo que lleva el título de Castilla arcaica, Cataluña moderna: "Hay muchos datos de que no hubo ni lo uno ni lo otro. La periferia se inventó una Castilla imperial después del 98. Vascos, catalanes y andaluces son los que se inventan esa Castilla sin contar con sus habitantes. Castilla es hoy una región moderna". También lucha desde sus páginas contra esa imagen folclórica que identifica a los españoles con toreros, inquisidores o guerreros románticos, basada en parte en las exigencias literarias de la España del XIX.
El deseo que inspira este nuevo título de García de Cortázar es el de "afirmar una nación desnuda de fábulas donde la razón predomina sobre la ingenuidad y el ciudadano. Para el autor de Breve historia de España o Historia del mundo actual, un título de estas características tiene sentido porque España ya no necesita de esos mitos. "Lo que requieren los pueblos son constituciones", dice. "La idea que preside este ensayo es la de que el presente de cualquier nación lo deben definir sus ciudadanos. Muchos pueden pensar todavía que somos un país de dictadores y que la democracia aún no se ha asentado".
Fernando García de Cortázar define este ensayo como el más literario de todos sus trabajos, el de mayor reinterpretación de la historia de España. "Lo he escrito siguiendo las técnicas narrativas. En él laten multitud de lecturas mías y hay referencias a Galdós, Varela, Quevedo y Azaña".
Babelia
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