Sharon busca en Roma el apoyo de Berlusconi

Ariel Sharon espera que la Unión Europea se sume a Israel y Estados Unidos en una campaña internacional contra el antisemitismo, y que acepte la construcción del muro en los territorios palestinos. "El muro es un instrumento defensivo para impedir la infiltración de terroristas, y no para aislar a nadie", declaró el primer ministro israelí, que inició ayer una visita de tres días a Roma y tenía previsto reunirse hoy con el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi. Sharon considera que los resultados de un reciente sondeo europeo, en los que se señalaba a Israel como "un peligro para la paz mundial", y los atentados del sábado contra dos sinagogas de Estambul son dos facetas de un mismo fenómeno antisemita.

Una fuente anónima del Gobierno israelí, citada por la agencia France Presse, indicó ayer que incluso el papa Juan Pablo II parecía "haber cedido al clima que se respira en Europa y por el cual, cuando se condena el terrorismo, hay que condenar también a Israel". El Papa afirmó el domingo que en Oriente Próximo hacían falta "puentes, no muros", en una crítica a la barrera que construye el Gobierno de Sharon.

Ariel Sharon eligió Roma para lanzar su llamamiento contra el presunto auge del antisemitismo porque Italia ocupa hasta fin de año la presidencia semestral de la Unión Europea. Pero también porque, en opinión de Sharon, Silvio Berlusconi es el mejor aliado de Israel en Europa, según indicó ayer un portavoz israelí. Sharon esperaba obtener de Berlusconi un respaldo firme a su política de boicoteo del presidente palestino, Yasir Arafat, y de construcción de un muro de aislamiento. Sharon se reunió ayer con los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, y acudió después a la Gran Sinagoga de Roma para celebrar un encuentro con la comunidad judía local.