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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

La Inspección ha sancionado dos veces a la empresa pública de Salvamento Marítimo por falta de medios

El sindicato CGT denuncia que los trabajadores hacen jornadas de más de 24 horas sin relevos

La falta de medios para efectuar operaciones de rescate, que se hace más patente ante la creciente llegada de pateras a las costas españolas, se arrastra desde hace tiempo. La Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha sancionado este año en dos ocasiones a la empresa pública Remolques Marítimos, SA (Remasa), que gestiona las embarcaciones y buques de Salvamento Marítimo, por infringir los límites legales de la jornada laboral de los trabajadores de este servicio. Las denuncias fueron presentadas por el sindicato CGT, ante la "histórica" carencia de medios humanos para hacer frente a los naufragios.

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El rescate fallido de la patera que el 25 de octubre naufragó en la Bahía de Cádiz y en el que fallecieron al menos 36 inmigrantes ha puesto de manifiesto la falta de recursos para actuar en tareas de este tipo. El sindicato CGT -mayoritario en Remasa- asegura que el problema viene de lejos y que desde hace años viene reclamando que se incremente el personal de Remasa, propiedad de la Sociedad Estatal de Salvamento y Seguridad Marítima (Sasemar) desde 1992.

El sindicato presentó el pasado febrero dos denuncias a la Capitanía Marítima de Algeciras y a la Inspección de Trabajo de A Coruña alegando que la falta de personal en las embarcaciones de estas zonas se traduce en la práctica en un incremento de la jornada laboral de los trabajadores que supera el máximo legal permitido. "Ante esta organización del trabajo, y la tripulación mínima estipulada, se suceden servicios y navegaciones prolongadas y/o concatenadas que superan las 8, 12, 24 horas e incluso superiores, sin posibilidad real de relevos ni descansos para ningún miembro de la tripulación", reza una de las denuncias.

La Inspección ha resuelto en los dos casos denunciados que Remasa "infringe" y "vulnera" la normativa que establece el tiempo de trabajo y los turnos de descanso de estos trabajadores, de acuerdo con las actas de las Inspecciones Provinciales de Trabajo de A Coruña y Cádiz, fechadas en mayo y septiembre pasados, a las que ha tenido acceso este diario.

"El motivo de este incumplimiento no es otro que la falta de personal", asegura el presidente del comité de empresa y miembro de CGT, Enric Tarrida. La flota de Remasa está compuesta por tres buques o remolques de gran capacidad y otras 40 embarcaciones de salvamento, denominadas unidades de intervención rápida, que suelen actuar en situaciones de emergencia, según Tarrida. La tripulación a bordo de estas embarcaciones es de tres personas, aunque en total son cinco trabajadores que, por turnos, prestan servicio de forma ininterrumpida 24 horas al día y 365 días al año.

Esta plantilla es "completamente insuficiente en cualquier punto de nuestras costas", dice Tarrida. Pero la situación se agrava en las del Estrecho y Canarias, desbordadas por la avalancha de pateras. "Apenas dos tripulantes, puesto que uno gobierna la embarcación, deben prestar auxilio a decenas de personas que llegan con problemas de hipotermia e incapaces de valerse por sí mismas", advierte.

De acuerdo con este sindicalista, la tripulación apenas se ha incrementado en los últimos años. Desde 1992 -cuando Remasa pasó a propiedad de Sasemar- hasta 2000, la tripulación de las unidades de intervención rápida era de cuatro personas. Este equipo se reforzó hace dos años con un quinto tripulante. Con este incremento, dice Tarrida, tampoco se puede dar respuesta satisfactoria a las labores de salvamento, búsqueda, rescate, evacuaciones, remolque de embarcaciones y limpieza del mar, entre otras, que llevan a cabo.

"Faltan manos", reclama Tarrida. Y ello, asegura, "obliga" a los trabajadores a incumplir continuadamente la jornada máxima establecida, que, de acuerdo con un real decreto, no puede superar las 12 horas diarias, "incluidas, en su caso, las horas extraordinarias". Cuando están de servicio, los trabajadores deben estar disponibles las 24 horas del día. La jornada se distribuye en turnos de ocho horas a bordo de las embarcaciones, pero en tierra. En esas horas se dedican a tareas de gestión y mantenimiento. Y en el resto de la jornada deben prestar servicio de guardia, un máximo de cuatro horas, en el mar. Pasado ese periodo, los tripulantes deben ser relevados.

En la práctica, esa jornada se supera con creces, asegura Tarrida, con lo que tampoco se respetan los turnos de descanso, de "ocho horas ininterrumpidas", según el mencionado real decreto. El acta de la Inspección Provincial de Trabajo de Cádiz constata que, por ejemplo, la tripulación de la embarcación Salvamar Algeciras rebasó la jornada legal durante 13 días en enero, todos los días de febrero y nueve días en marzo. Por su parte, la resolución de la Inspección de A Coruña revela que la jornada de la tripulación de Salvamar Atlántico del pasado 26 de enero fue de 17 horas y 50 minutos. En ambos casos, la autoridad laboral sancionó a Remasa con sendas multas de 900 euros.

Sasemar no ha precisado qué medidas se han tomado para reforzar la plantilla a raíz de estas resoluciones. Tarrida afirma que sólo se ha producido una incorporación, en julio, en la base de Tarifa.

El remolcador <i>Sargazos,</i> en la Bahía de Cádiz.
El remolcador Sargazos, en la Bahía de Cádiz.EDUARDO RUIZ

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