Alemania sale de la recesión con un crecimiento económico del 0,2%

Alemania y Francia, las dos principales economías de la zona euro, salen de los números rojos. Con un crecimiento del 0,2% en el tercer trimestre, Alemania supera la recesión en que se hundió durante toda la primera mitad de 2003. La mejora de las exportaciones ha compensado la caída de la demanda interna. Francia ha logrado sortear la recesión, con un crecimiento del 0,4%, tras el retroceso del 0,3% el trimestre anterior, según una estimación preliminar.

Tras el cero de crecimiento del cuarto trimestre del 2002 y la caída del 0,2% en los dos primeros trimestres de este año, el producto interior bruto (PIB) alemán ha subido un 0,2%. Se puede por tanto afirmar que la recesión ha concluido. El ministro federal de Economía y Trabajo, el socialdemócrata Wolfgang Clement (SPD), se ha apresurado a afirmar que se tocó fondo y ha llegado la hora de fomentar la recuperación con un fortalecimiento del tendón de Aquiles de la economía alemana: la demanda interna.

Clement arrima el ascua a la sardina gubernamental y rompe una lanza a favor de los planes de reforma fiscal, empantanados en la comisión mediadora entre las dos cámaras legislativas que ayer inició sus trabajos en Berlín para sacar adelante la reforma fiscal y la del mercado de trabajo. Según Clement, "ahora es más importante que nunca adelantar la reforma fiscal y poner en marcha con rapidez todas las reformas iniciadas".

La exportación y, a la vez, la mejoría de la economía mundial ha sido determinante para hacer arrancar la estancada economía alemana. Así lo reconoce la Oficina Federal de Estadística: "La progresión de la actividad económica se explica por un crecimiento fuerte de las exportaciones y al mismo tiempo un retroceso de las importaciones". Ni la elevada cotización del euro ha frenado la buena marcha de las exportaciones.

Al mismo tiempo, la demanda interior ha retrocedido en Alemania. Por eso el Gobierno tiene puestas todas las esperanzas de recuperación en el anticipo de la reforma fiscal que inyectaría en la todavía renqueante economía 15.600 millones de euros. Con eso, y con que los alemanes se animen a gastar y no metan en el calcetín lo que ahorren de impuestos, si sale adelante la reforma podría esperarse un crecimiento real el año que viene. No sería una mejoría como para tirar cohetes. Los cinco sabios que dictaminan la economía alemana pronostican un crecimiento del PIB del 1,7%, si se lleva adelante la reforma fiscal. El Gobierno espera un crecimiento entre el 1,5 y el 2%, que no bastaría para rebajar el paro.

Si se analizan con detalle las cifras presentadas ayer en Wiesbaden se advierte que, a pesar del dato optimista del crecimiento que permite hablar de fin de la recesión. EL PIB alemán alcanzó en el tercer trimestre 497.730 millones de euros, cantidad inferior a los 498.900 millones de euros del mismo trimestre del 2002, un 0,2% menos. Si se considera 2003 en su conjunto el crecimiento será cero.

Aunque el PIB suba de nuevo en este último trimestre, será difícil que a fin de año en todo el 2003 crezca por encima de cero. El casi medio billón de euros de PIB alemán se logró con 38,3 millones de población activa, 497.000 personas menos que hace un año.

Francia no había caído tan hondo, pero le hubiera faltado otro trimestre negativo para entrar en recesión. Según una estimación preliminar del Instituto de Estadística, el PIB de Francia aumentó un 0,4% en el tercer trimestre del año en relación al segundo, y frente a una caída del 0,3% en el segundo. Tampoco aquí se da por superada la crisis, ya que la previsión es que el año se cierre con un 0,2%. Se trata de un avance de las cifras oficiales que se hará definitivo la próxima semana.