"Cuando naces en las Tres Mil, tienes que tener mucha fuerza de voluntad"
José Javier Pérez Prieto, de 27 años, recibió ayer el primer premio del concurso de guiones de cortometrajes organizado por el Ayuntamiento de Sevilla por El Califa.
Pregunta. ¿La realidad de las Tres Mil Viviendas es menos dura vista a través de una cámara?
Respuesta. Yo lo voy a mostrar como es. Quiero elegir pocos planos, pero significativos. Sin falsear. Si hay niños tirados, sin casa, se verán. Si se ve a un hombre quemando una piedra, ya todos saben que allí hay drogas, pero no hay que ponerlo todo.
P. ¿Qué tiene El Califa?
R. Vicente Vargas, El Califa, existe y es un ejemplo de que se puede vivir allí sin estar metido en problemas. Él se dedica a la construcción, al campo, a lo que le sale. Es un luchador. No cualquiera se pone coger naranjas, otro puede preferir ganar más dinero trapicheando. El Califa es muy noble, todo corazón, y por eso pensé en él.
P. ¿Hay muchos como él?
R. Sí que los hay. Todo el mundo quiere salir, aunque es verdad que tener la fuerza para hacerlo la tienen pocos. Pero en el centro de Sevilla vive también gente sin voluntad, lo que pasa es que la vida se lo ha dado todo rodado de otra forma. Cuando naces en las Tres Mil tienes que tener mucha fuerza de voluntad para salir adelante.
P. ¿Qué va a hacer con los 3.000 euros del premio?
R. Todo va a ser para el corto. La mitad para comprarme un equipo de edición digital y la otra mitad para más cosas que necesito para grabarlo. A El Califa le quiero dar también algo, no sé si un 5% o un 10% de todo lo que vaya ganando. Él me inspiró y sin él no hay historia.
P. ¿También hay buenos actores en las Tres Mil?
R. Eso es lo que más me asusta. El Califa es muy tímido. No tiene que actuar, sino ser como es él, pero sí que debe correr o boxear o contestar a unas preguntas. Es el protagonista y, si se corta, puede quedar la impresión de que todo es falso.
P. ¿Defiende que el boxeo no es un deporte violento?
R. Las tres cuartas partes de personas que lo practican no son violentas. Como El Califa. Yo también pensaba que era violento, hasta que un día me convenció un amigo y me gustó. Lo practiqué ocho meses.
P. ¿Por qué lo dejó?
R. Porque me lesioné el tendón de un pulgar. Pero por culpa mía, que le daba mal al saco, no porque nadie me hiciera daño.
P. ¿Es fácil hacer cine en Sevilla?
R. Si quieres, sí. Y más ahora, que los avances técnicos permiten hacer todo más barato. El Ayuntamiento da también muchas facilidades, sobre todo si eres estudiante. Por eso quiero aprovechar este año. A lo mejor el año que viene, que habré acabado de estudiar, es más complicado.
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