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El CNI alertó del "alto riesgo" de atentado en la Embajada de España en Bagdad

Los agentes secretos evaluaron la seguridad del edificio tras el asesinato del sargento Bernal

Jorge A. Rodríguez

El Ministerio de Asuntos Exteriores decidió desalojar a la mayor parte del personal diplomático destinado en Bagdad tras conocer la semana pasada una "evaluación de seguridad", elaborada por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre el "alto riesgo" de sufrir un atentado, bien contra el personal bien contra la sede diplomática. Este aviso, sumado al informe del Grupo Especial de Operaciones (GEO) sobre la deficiente protección de la Embajada y a las quejas sobre inseguridad del personal diplomático, provocaron la "mudanza" hacia Ammán (Jordania) de los funcionarios, en palabras de Ana Palacio.

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España ya ha encontrado otro edificio en Bagdad que reúne mejores condiciones de seguridad y está siendo revisado y adaptado para agrupar a todos los españoles, pero el Gobierno quiere mantener por ahora en secreto su ubicación. Los sistemas de seguridad de la actual embajada están siendo desmontados para ubicarlos en el nuevo inmueble.

Bagdad es una ciudad insegura, con toque de queda y sacudida cada día por un atentado de la llamada resistencia. La cadena de ataques contra occidentales ya ha causado la muerte a dos españoles. La primera, la del capitán de navío Manuel Martín-Oar, se interpretó como fruto de un atentado terrorista "genérico" contra la Autoridad Provisional de la Coalición.

Pero esa interpretación era imposible en el caso del asesinato del sargento primero del Ejército del Aire adscrito al Centro Nacional de Inteligencia José Antonio Bernal, muerto a balazos el 9 de octubre en la puerta de su casa tras un más que claro intento de secuestro (el cadáver presentaba signos de que el militar había forcejeado incluso desde el suelo con sus agresores antes de recibir el disparo mortal).

El CNI envió entonces un equipo a Bagdad para analizar las circunstancias de la muerte del viceagregado de información o inteligencia de la embajada, uno de los contactos oficiales con los servicios secretos del régimen de Sadam Husein y, por tanto, conocido en los círculos del espionaje en la capital iraquí. Los agentes del CNI tenían como misión conocer los posibles fallos de seguridad, estudiar las medidas para evitarlos y evaluar los riesgos.

Con ese objetivo mantuvieron reuniones con la incipiente policía iraquí, las fuerzas de la coalición y con los contactos ya establecidos sobre el terreno. Uno de los informes que conocieron fue el de la empresa Global Security, que asesora a Paul Bremer, jefe de la autoridad de ocupación, en el que la Embajada de España (sita en Hay Al Mansur, calle número 3, casa número 1) figuraba entre los posibles blancos de atentados inmediatos. También supieron que un detenido tras el atentado contra la sede de la Cruz Roja, perpetrado el pasado día 27, reveló que se estaban preparando atentados en Bagdad y en el resto del país contra los occidentales en general, y en particular contra los países implicados en la coalición, sobre todo contra los que apoyaron el inicio de la guerra, como es el caso de España.

Con estos datos, los agentes del CNI comunicaron su valoración sobre el riesgo del personal español y los edificios diplomáticos de sufrir atentados: "alto riesgo", según fuentes conocedoras de los informes facilitados por los citados funcionarios. Esta valoración se cruzó con el informe de los GEO sobre las deficiencias de seguridad en la embajada, y la necesidad de reagrupar al personal español que trabaja en la delegación. El informe subrayaba que todo el personal vivía "aislado y por su propia cuenta y riesgo, acudiendo a pie a su trabajo". Los propios funcionarios se quejaron sobre la falta de seguridad. Lo primero que hizo el Gobierno fue concentrar al personal para minimizar el riesgo de atentado e inmediatamente se puso a buscar un edificio más seguro para trasladar la embajada.

Nueva sede diplomática

España ya ha encontrado un edificio para ubicar la embajada, cuyos planos (tanto del interior como del perímetro) han sido revisados por los GEO destinados en Bagdad. Las fuentes consultadas no han querido facilitar la ubicación de la nueva sede por motivos de estricta seguridad. La nueva sede, según estos medios, permitirá concentrar a todo el personal en una sola sede de trabajo y permitiría que todos residieran en un edificio anejo, pero incluido en el perímetro de seguridad.

La mudanza a ese nuevo edificio ya ha comenzado y por ello, como paso previo, ha sido desplazado parte del personal a Ammán hasta que se dote al inmueble de medidas de seguridad estática. España ha comenzado a retirar de la actual embajada los sistemas de video-vigilancia y los paramentos y barreras que cercan el acceso. Y para no correr riesgos mientras los elementos de seguridad cambian de sitio se decidió el traslado provisional del personal a Jordania.

Ana Palacio, ministra de Exteriores, tiene previsto visitar durante este fin de semana el nuevo edificio, acompañada por el jefe de los GEO, Rafael González Cachinero. Éste va a elaborar un nuevo informe sobre las necesidades de seguridad de dicho edificio tanto en lo que se refiere a elementos físicos como a personal. Junto a ellos viajan a Bagdad ocho geos para un primer refuerzo (actualmente hay cuatro agentes especiales), pero no se descarta enviar a más personal para la protección.

Un empleado de la Embajada de España en Bagdad sale ayer del edificio principal.
Un empleado de la Embajada de España en Bagdad sale ayer del edificio principal.REUTERS

La policía pide voluntarios

La Subdirección General Operativa del Cuerpo Nacional de Policía ha empezado a buscar voluntarios en todas las escalas para mandarlos a Bagdad, en el caso de que se considere necesario. Una circular interna enviada a todas las dependencias policiales apunta que "ante una eventual participación del Cuerpo Nacional de Policía en próximas misiones policiales de paz (Macedonia, Irak y otras que puedan producirse)" se considera necesario "tener una base de datos de funcionarios (...) interesados en participar en estas misiones y que reúnan el perfil idóneo para integrarse en las mismas".

Los voluntarios tienen de plazo para apuntarse hasta el lunes que viene, 10 de noviembre, siempre que tengan al menos ocho años de experiencia policial, alto nivel de inglés y carné de conducir y "habilidad en la conducción de vehículos 4x4". Para escogerlos se valorarán una serie de requisitos preestablecidos, entre los que se encuentran "experiencia en protección de personalidades" y "experiencia en unidades antidisturbios y control de masas". Igualmente, la secretaría técnica de la subdirección operativa tendrá en cuenta para escoger a los funcionarios el haber participado con anterioridad en misiones de paz o haber sido instructor de policías en prácticas en anteriores misiones de paz.

Los agentes, en caso de ser enviados a Bagdad, recibirán entrenamiento para saber cómo actuar en caso de que se hiciera necesaria una evacuación urgente, según fuentes policiales. La escasa acogida por parte de los agentes de la Guardia Civil a una convocatoria similar ha llevado a lanzar este nuevo llamamiento a la policía.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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