El festival de cine de Sevilla rinde homenaje al director español Luis García Berlanga
El certamen se despide hoy con la presencia de Susan Sarandon y Pedro Almodóvar
El homenaje a Luis García Berlanga y la presencia del cineasta británico Stephen Frears animó y mucho el penúltimo día del Festival de Sevilla, Cine y Deporte, que hoy recibe a la actriz norteamericana Susan Sarandon y a Pedro Almodóvar. Un final de lujo que pondrá un punto y seguido a la tercera edición del festival. Irónico, galán, simpático, cansado, muy amable y resignado ante las decenas de periodistas, Luis García Berlanga protagonizó la tarde. Sus amigos Concha Cuetos, Agustín González, Mónica Randal y Amparo Soler acudieron al homenaje.
"Sinceramente, creía que venía a dar una charla a la universidad y que luego por la tarde aprovecharía para ver a la gente del ciclismo que estaba por aquí, como Indurain. No he podido meditarlo pues me he enterado luego, cuando me dijeron que hacían esto para mí", afirmó ayer García Berlanga. "Este homenaje es terrible, pues ya no tengo 35 años, que es cuando se debería hacer, no con estos años. Sería más tranquilo y bonito un homenaje a los 100 años o post mortem", añadió.
Berlanga declaró que desde hacía diez años no iba al cine, aunque defendió los festivales "monográficos": "Prefiero uno, como el que se celebra en Peñíscola, que se centra en algo, que es más rentable para la filmografía y se profundiza en un tema".
Berlanga, que homenajea y parodia al mundo del ciclismo en su última película París Tombuctú, señaló que prefiere una etapa del Tour a un largometraje y recordó las excursiones a la sierra madrileña con su familia en su coche Seat para ver las etapas de montaña. "En realidad no veías mucho cuando pasaban los corredores y siempre discutías. Aunque no soy un entusiasta de la televisión, gracias a ella te enteras de lo que pasa y también te entusiasma", afirmó.
Muy aficionado al ciclismo- "cada etapa es una tragedia griega", dijo-, Berlanga se definió libertario y apolítico. "He tenido familia en la política y sé lo que es eso", argumentó. Y añadió: "No me subo al autobús religioso ni político, pero sobre todo colectivo, pues para mí esto último es lo peor que hay. Creo que desde nuestro pequeño universo y desde el territorio íntimo tenemos la capacidad de hacer frente a esta sociedad".
Del fútbol dijo que se ha convertido en "un mercado de esclavos": "Traen a chavales de otros países y los meten en pueblos para que se formen como jugadores. Eso es esclavitud". Para finalizar pidió un deseo: "Que el término berlanguiano terminé en el diccionario y que signifique situación extraña, increíble, pero real".
Por su parte, Stephen Frears se reunió con estudiantes y cinéfilos para comentar su película Alta fidelidad. El encuentro se convirtió en lección magistral.
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