La Generalitat compra 13 trenes por un precio muy superior al que figura en sus informes

Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), empresa del Gobierno catalán, ha comprado 13 trenes por un precio muy superior al que aprobó su Consejo de Administración y al que figuraba en sus informes. El consejo aprobó la compra por 65,8 millones de euros, más recambios e IVA. Felip Puig la anunció por 80,8 millones. Un portavoz gubernamental aseguró que había un error y que el precio eran 78,6 millones. El cálculo, según cifras de la firma, es también diferente: 72,4 millones. La adjudicación se hizo por concurso restringido.

"A propuesta del Presidente y después de la pertinente deliberación, el consejo por unanimidad acuerda: a) contratar con las entidades Alstom Transporte SA, Construcción y Auxiliar de Ferrocarriles SA, y Bombardier Transportation Spain SA, el suministro de 13 unidades de tren, para ancho de vía métrica tipo motor-remolque-motor, para la línea Llobregat-Anoia de esta empresa, por un importe total de 65.838.740 euros, IVA aparte, más los recambios que se consideren convenientes por el precio que se acuerde". Es lo que dice el acta de la reunión del Consejo de Administración de FGC.

La decisión fue tomada en la reunión del pasado mes de julio. Tres meses después, los 65,8 millones de euros se habían convertido en 80,8 millones. Así al menos lo reflejaban las notas remitidas por el Gobierno catalán. Las explicaciones dadas para el aumento son variadas, incluido un supuesto error de transcripción que dejaría la compra en 78,6 millones de euros. FGC adoptó, además de la decisión de compra de estas unidades, una segunda que consistió en no convocar un concurso abierto, sino restringido. La empresa negocia con los suministradores que cree oportuno y deja de negociar con los que, por los motivos que sea, no le satisfacen."Todo es perfectamente legal, nadie nos obliga al concurso público", afirmó el portavoz de Ferrocarrils de la Generalitat respecto al sistema elegido para adjudicar el contrato. No obstante, el portavoz aceptó que la empresa no está tampoco obligada a utilizar este sistema y que podía haber optado por el más transparente, que permite concursar a todos los fabricantes que lo deseen y a los ciudadanos conocer las condiciones de licitación y adjudicación.

La empresa asegura que pagará por cada unidad 5.064.518 euros, que por 13 da el total de 65.838.736 euros. A esta cantidad reconoce que añade 1, 4 millones de euros en concepto de recambios y el IVA, que en este caso es del 7,7%, según especifica el plan de acción de la empresa para 2003. El resultado es un total de 72.416.165 euros, muy lejos tanto de los 80,8 millones anunciados por el consejero Felip Puig como de los 78,6 matizados por la empresa con posterioridad, aunque esta matización no se ha reflejado en ningún tipo de escrito. Más aún, los documentos internos de FGC siguen hablando de 80,8 millones.

Pero hay más. Un estudio interno de la propia empresa ferroviaria rebajaba los 5.064.518 euros a pagar por cada unidad a 5.010.469. Este informe, cuya existencia no ha sido negada por FGC, señala que el coste debe estimarse del siguiente modo: el precio acordado en 1995 más los incrementos del coste de la vida desde entonces hasta ahora, pero descontando "costes fijos ya amortizados", entre los que señala los de un nuevo lanzamiento, la ingeniería de proyectos y los costes de personal de garantía durante un periodo de arranque y pruebas.

Otras partidas

Además, el contrato anterior preveía otras partidas que, posiblemente, también deberían ser descontadas. Así, en el año 1998 la empresa decidió unas modificaciones en el interior de los trenes (color y barras de seguridad). Esto supuso, respecto al contrato del año 1995, un incremento de 2,8 millones de euros, debido a que eran modificaciones por añadir. Es decir, los trenes ya estaban pintados y las barras hechas, por lo que hubo que cambiarlas, pero ahora se han encargado directamente como se querían, por lo que resulta absurdo añadir el sobrecoste de las modificaciones porque ahora no se van a pintar dos veces.

Los intentos por conocer el contenido exacto del nuevo contrato han resultado totalmente infructuosos.