Zapatero reprocha al Gobierno que alardee de superávit con tanta desigualdad social

El último debate parlamentario antes de las elecciones generales enfrentó ayer en el Congreso al socialista José Luis Rodríguez Zapatero con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. El debate sobre los Presupuestos Generales de 2004 sirvió a Montoro para revelar que las cuentas públicas acabarán este año con un superávit del 0,5% del PIB, 3.500 millones de euros, con los que se amortizará deuda pública. Zapatero reprochó a Montoro que presuma de superávit y no lo dedique a cubrir las necesidades sociales que existen en España.

El dirigente socialista calificó de "mediocres" los Presupuestos y propuso, entre otras medidas, incrementar un 27% la partida destinada a investigación, fusionar los ministerios de Educación y Ciencia y crear una agencia pública para alquiler de viviendas. Zapatero aseguró que con un Gobierno socialista no habría "superávit" mientras España "tenga necesidades sociales, familias sin vivienda, mayores sin plazas residenciales o estudiantes sin beca".

El líder socialista insistió en la necesidad de mejorar la productividad para impulsar el crecimiento de España y acusó al Gobierno de no perseguir el fraude fiscal, que cifró en un billón de pesetas durante la legislatura, citando fuentes del Instituto de Estudios Fiscales, dependiente del Ministerio de Economía. Zapatero retó a Mariano Rajoy, candidato del PP a presidente del Gobierno en las próximas elecciones, a participar en el debate presupuestario, recordando que a él le tildaron de cobarde por no hacerlo. Rajoy no aceptó el desafío.

Montoro anunció la congelación de los impuestos especiales durante 2004, defendió la estabilidad presupuestaria para crear empleo y acusó a los socialistas de defender una política económica que fomenta "millones de parados".