Apenas la mitad de las mujeres con empleo tiene un contrato fijo
Un informe de la UPV para Emakunde constata la desigualdad laboral entre ambos sexos
La práctica totalidad de las personas asalariadas que no tienen contrato en la comunidad autónoma son mujeres, según un informe elaborado por la Universidad del País Vasco (UPV) por encargo del Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde. Este trabajo, que ayer fue presentado en el Parlamento, reitera la desigualdad laboral que existe entre hombres y mujeres, a pesar de que también constata que los contratos a mujeres crecieron un 3,3% a lo largo de 2002, mientras que los masculinos cayeron un 2,7%. Sin embargo, los empleos de las féminas son menos duraderos.
La directora de Emakunde, Txaro Arteaga, compareció ante la comisión parlamentaria de la Mujer para exponer las acciones que realizaron las administraciones en 2002 para favorecer la igualdad entre los dos sexos, dentro del marco del tercer Plan de Acción Positiva 2001-2004. La mejora de la situación laboral de la mujer centró gran parte de las preocupaciones de los partidos políticos que atendieron las explicaciones de Arteaga, dado que la igualdad efectiva pasa, sobre todo, por un trabajo estable.
La situación laboral depende en gran medida del tipo de contrato. El informe destaca que la gran mayoría de los hombres disfruta de un contrato indefinido fijo, mientras que esta circunstancia únicamente se da en poco más de la mitad de las mujeres empleadas. En cuanto al trabajo en precario, además de que casi todas las personas asalariadas sin contrato son mujeres, la contratación a tiempo parcial afecta a un 40% de ellas. Se trata de una cifra muy elevada si se tiene en cuenta que en el caso de los hombres apenas supera el 14%.
En la actualidad, la tasa de desempleo sigue siendo el doble para las mujeres al situarse en el 12,5% frente al 6,6%. Incluso hay comarcas donde el pleno empleo masculino es una realidad (una tasa de paro en torno al 5%), mientras que en esas mismas zonas el desempleo femenino suma el doble.
Arteaga destacó otro aspecto del informe directamente relacionado con la mala calidad del trabajo del sexo femenino: las mujeres tienden a sufrir en mayor medida situaciones de precariedad y pobreza. "El colectivo más precario es, sin duda, el de las mujeres desempleadas", concluyó.
El hecho de que el cuidado de los hijos siga recayendo en la mayoría de las ocasiones sobre las féminas repercute negativamente en la vida laboral de éstas. "La gran mayoría de las personas", alertó Arteaga, "considera que mientras los hijos son bebés y no están en edad escolar a las madres no les conviene la jornada completa". Esta circunstancia queda confirmada en que sólo el 5% de las personas que se acogen a una reducción de jornada o a un permiso para cuidar de los hijos es hombre.
La educación es el ámbito que puede ayudar a reducir las diferencias, aunque según demuestran los datos del informe presentado por la directora de Emakunde, los hombres eligen más los estudios técnicos que las mujeres. Este tipo de estudios son los que cuentan con más salidas profesionales. Dentro de los estudios universitarios, el informe refleja una novedad respecto a los años anteriores: actualmente no hay ninguna carrera que tenga más de un 90% de estudiantes de sexo masculino. En cuanto al profesorado universitario, de los 4.938 docentes, el 34,7 % (1.712) son mujeres. Por categorías, en el nivel más alto de la escala académica, que es el de catedrático, hay 597 personas: 121 mujeres frente a 476.
La presencia de las mujeres en los ámbitos de decisión de los partidos políticos y de los sindicatos también es muy inferior a la de los hombres. Según Artega, queda un "largo y, a veces inseguro, camino por recorrer hasta alcanzar una democracia paritaria y una igualdad para todas las personas". La directora de Emakunde expresó su esperanza de que el proyecto de ley sobre Igualdad que prepara el Gobierno sirva para reducir las desigualdades entre los dos sexos.
Los partidos reconocieron que las administraciones están dando algunos pasos para corregir la situación, pero abogaron porque redoblen los esfuerzos. La representante del PSE, Gemma Zabaleta, consideró que la comunidad autónoma dispone de instrumentos para llevar a cabo una política más ambiciosa. Mientras, la portavoz del PNV, Izaskun Bilbao, advirtió de que muchas situaciones son difíciles de resolver porque "las propias mujeres no son conscientes de la discriminación que están sufriendo".
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