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Reportaje:LA ENSEÑANZA DE LA PLÁSTICA

Oficios con sentido creativo

Un centenar de escuelas imparten ciclos formativos y enseñanzas superiores de Artes Plásticas y de Diseño

A parte de los estudios universitarios de Bellas Artes, las enseñanzas de Artes Plásticas y de Diseño son otra opción, y buena, para aquellos que quieran seguir cursando estudios artísticos una vez terminada la secundaria. Sin embargo, estas enseñanzas "son las grandes desconocidas", muchos alumnos no saben ni que existen, asegura la catedrática de Artes Plásticas y Diseño de la Escuela de Artes La Palma de Madrid, Isabel Merodio.

Existen en total 85 centros que imparten ciclos formativos y 13 centros que ofrecen enseñanzas superiores de Artes Plásticas y de Diseño. Estos estudios están integrados dentro de las enseñanzas de régimen especial junto con la Música, la Danza y el Arte Dramático y están estrechamente relacionados con todo aquello que tenga que ver con artes aplicadas, oficios artísticos, diseño y conservación y restauración de bienes culturales.

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En las Escuelas de Artes (tradicionalmente denominadas Escuelas de Artes y Oficios) los alumnos estudian, por ejemplo, cerámica, vidrio, diseño de interiores y de moda, arte floral, joyería o artes aplicadas a la escultura, a la madera, al metal, a la piedra o al muro. "Son estudios que están a caballo entre muchas cosas: tienen componentes artísticos, prácticos y de utilidad. Esta indefinición aparente es su definición, porque las tres características son irrenunciables", señala Merodio.

Para hacerse una idea del oficio: "Cuando a la estatua madrileña de La Cibeles se le cae una mano el que la reconstruye es alguien que ha estudiado en una Escuela de Artes", explica la directora de la Escuela de Arte La Palma, Elena Díaz Rivero. Y otro ejemplo práctico: estos profesionales son los encargados de ejecutar los decorados de un plató de televisión donde se rueda un concurso o los que montan la escenografía de un teatro, o los construyen el mobiliario urbano, o los que hacen el primer molde de un zapato (que permite la posterior fabricación en serie), o un maniquí, o un bote para meter lápiz con un sentido artístico.

"Mientras en Bellas Artes los alumnos estudian un arte especulativo y conceptual, aquí todo tiene un aplicación práctica, inmediata", explica Merodio, que es también profesora asociada de la Facultad de Bellas Arte de Madrid. Y añade que muchos estudiantes que terminan sus estudios de Bellas Artes después cursan estas enseñanzas y viceversa. Puede resultar un buen complemento.

Gubias y mazas

En la Escuela de Artes La Palma, los alumnos diseñan una careta que después tallan en madera con gubias y mazas. También aprenden, entre otras cosas, a tallar la cerámica para aplicar al muro, hacen vidrieras al estilo del siglo XII, aunque también con máquinas mucho más modernas.

Desde el punto de vista de su estructura, estos estudios están al mismo nivel que la Formación Profesional de grado medio y superior. Así, la ordenación académica de las enseñanzas de Artes Plásticas y de Diseño tiene dos niveles educativos: los ciclos formativos (de grado medio y superior) y los estudios superiores de Artes Plásticas y de Diseño, al nivel de una diplomatura.

El currículo de los ciclos formativos incluye una fase de formación práctica en empresas, estudios o talleres y la realización de un proyecto final. La duración de estos ciclos es de uno o dos años.

Tanto para acceder a los ciclos formativos como a los estudios superiores de estas enseñanzas se requiere pasar una prueba específica.

Para acceder a los ciclos de grado medio hay que tener el título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Y para el de grado superior, el título de Bachillerato. El título de técnico de Artes Plásticas y de Diseño permite el acceso directo a los estudios superiores de Artes Plásticas y de Diseño.

Para cursar estos últimos hay que tener el título de Bachillerato. La duración es de tres cursos académicos y el título que se obtiene es equivalente al de diplomado.

Como pasa muchas veces con la Formación Profesional, estos estudios no acaban de asentarse dentro de la sociedad y se consideran erróneamente de segunda categoría, se quejan los profesionales. "La gente sigue teniendo un pensamiento romano de que el patricio no se puede manchar las manos. Parece que a quien va vestido con un mono y se ensucia las manos no se le valora, pero las obras que hacen estos profesionales aportan mucha calidad de vida", señala Merodio.

Estudiantes de la Escuela de Artes La Palma de Madrid tallando madera.
Estudiantes de la Escuela de Artes La Palma de Madrid tallando madera.LUIS MAGÁN

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