La educación artística pierde peso
Los profesores de Plástica denuncian que con la Ley de Calidad esta materia deja de ser obligatoria en 2º y 3º de la ESO
La pérdida de peso de la Educación Plástica y Visual es progresiva en los contenidos que establece el Ministerio de Educación para toda España. Así lo denuncian los expertos en esta materia, quienes advierten que cada vez que se lleva a cabo una reforma en el sistema escolar "la gran perdedora es la educación artística". La Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo socialista estableció dos horas de Educación Plástica y Visual en 1º, 2º y 3º de la ESO. La Reforma de las Humanidades, aprobada por el Gobierno del PP en diciembre de 2000, redujo a una hora la asignatura en cada uno de estos tres cursos (las comunidades lo compensaron con una hora más) para dárselas a Matemáticas y Lengua. Ahora, la Ley Orgánica de Calidad de la Educación establece que esta materia sólo será obligatoria en 1º de la ESO, una hora a la semana, en los contenidos comunes para todas las comunidades.
Los profesionales resaltan el papel de las artes en el fomento de la capacidad de expresión
Los expertos advierten que esta materia es clave para entender el mundo de la imagen
Es decir, se puede dar el caso de que un niño de 12 años no vuelva a tratar la Plástica de manera académica en su vida.
La queja por parte de los profesionales es unánime. "La Ley de Calidad nos retrotrae a una situación de currículum del siglo XIX, donde la enseñanza de las ciencias es lo único que importa. Sin embargo, los alumnos viven en un mundo donde la imagen es fundamental", señala María Acaso, profesora titular del área de Didáctica de la Expresión Plástica en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense.
La catedrática de Pedagogía del Arte de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, María Teresa Gil, va más allá: "Me parece poco democrático que haya asignaturas de primer orden y de segundo. El tratamiento no es equitativo. A un adolescente le puede resultar más importante recibir una buena educación artística con la que poder expresar cosas que de otra manera no podría hacer".
Y Francisco Anduaza, catedrático de Educación Plástica y Visual de secundaria en un instituto de Madrid, insiste: "Siempre es más fácil aumentar horas en Matemáticas. Es más complicado percibir la importancia que tiene nuestra asignatura".
El problema, dicen los expertos, es que la Plástica no se concibe como un área de conocimiento, a pesar de que la educación plástica y visual constituye una llave básica para entender el mundo de la imagen y desarrollar la creatividad propia.
"En un mundo radicalmente audiovisual, igual que hay que saber leer y escribir, hay que conocer el lenguaje visual. La situación debería ser semejante a la asignatura de Lengua y Literatura. No todo los estudiantes van a ser grandes poetas, pero eso no quiere decir que no tengan que aprender a leer y a escribir", apunta Ricardo Marín, catedrático de Didáctica de la Expresión Plástica de la Universidad de Granada
Los expertos ponen ejemplos. Cada día llegan a los ojos de los alumnos mensajes a través de la televisión, del cine, de la publicidad, de Internet. El bombardeo es constante. ¿Cómo asumen los jóvenes un anuncio de un coche, las imágenes de guerra de un informativo o la portada de un periódico? ¿Cómo deben interpretar lo que ven? Aquí, precisamente, es donde radica el meollo de esta asignatura, aseguran.
"Hay que partir de las imágenes con las que convive el alumnado, ya sean de Internet o de la arquitectura del barrio o de la ciudad donde viven. La mejor manera de saber cómo funcionan esas imágenes es pasar de ser un mero espectador a convertirse en un creador. Hablar, expresarse a través de este lenguaje: con lápiz, papel, fotografía, escáner. Estos medios son los que utilizan fuera del sistema escolar. Aquí el medio es el mensaje", explica Ricardo Marín.
De lo que se trata es de aprender a ver y a canalizar todos los mensajes que se reciben. Sin embargo, muchas veces el tratamiento real de esta asignatura en muchos colegios e institutos es meramente tecnológico, instrumental, casi una manualidad: como dibujar un bodegón o un paisaje, se quejan los profesionales. "Si en clase se dedican a rellenar una carita con lentejas, eso no les va a servir para entender el mundo en el que viven", prosigue Marín.
Gil apunta que los alumnos también deberían aprender a tener una actitud ante una obra artística, a saber cómo se ha configurarado un catálogo o el recorrido de un museo. "Una de las actividades más interesantes es cuando, por ejemplo, los alumnos visitan una exposición de Velázquez en el Museo del Prado y después reinterpretan lo que han visto en una creación hecha por ellos mismos", cuenta Gil.
Por niveles, María Acaso señala que al terminar la primaria un alumno debería saber, gracias a esta asignatura, comunicarse con su entorno a través del lenguaje visual tanto haciendo un dibujo como analizando el mundo que le rodea.
En secundaria, el alumno debería conocer ya las normas básicas para construir una imagen emitiendo un mensaje concreto (por ejemplo, diseñar la portada de un disco de un grupo de hip-hop). También debería saber analizar una imagen correctamente (por ejemplo, viendo un vídeo de Cristina Aguilera y dándose cuenta de que su indumentaria transmite un determinado mensaje de tipo de mujer).
Pero ni siquiera muchos alumnos ven su utilidad más allá de saber trazar un boceto. "Muchos se preguntan: ¿por qué tengo que dibujar si no tengo mano?", apunta el catedrático de Didáctica de la Expresión Plástica de la Universidad de Granada Ricardo Marín. Y la respuesta es:
"Por un interés general. Nadie cuestiona que se tenga que aprender inglés aunque no se le den bien los idiomas". Y continúa: "Si no ofrecemos una formación adecuada del mundo en el que nos ha tocado vivir se produce un desfase y ocurre como cuando en España nadie sabía hablar inglés y estabas en otra órbita del resto de los países".
La catedrática María Teresa Gil pone un ejemplo claro: "Cuando se dicen frases como '¡esto que ha hecho Miró lo podría haber hecho yo!' es la mejor demostración de la falta de capacidad de análisis visual que tienen muchas personas".
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