Nuevos conflictos en Aerolíneas

Vuelven los conflictos a Aerolíneas Argentinas. La compañía, perteneciente al Grupo Marsans, ha comenzado a acumular conflictos con los poderes Ejecutivo y Judicial de Argentina. En todo caso, las cuentas de la aerolínea parecen despegar. La compañía, que tenía sólo el 17% del mercado local por la crisis de 2001, ya ha conquistado el 87%.

La empresa está finalizando el proceso de suspensión de pagos y ha ganado 19 millones de dólares en los primeros nueve meses del año

Fuentes de la compañía argentina reconocen que aún siguen recibiendo fondos de la SEPI

El Ministerio de Justicia cree que Aerolíneas y Austral deben desvincularse de Antonio Mata, por haber sido condenado en España

En Aerolíneas Argentinas ya se preguntan si la compañía ha pasado a integrar la lista negra de las privatizadas a las que apunta el Gobierno de Néstor Kirchner, con sus pretensiones de revisar lo que se hizo mal en la gestión neoliberal de Carlos Menem (1989-1999). El Grupo Marsans acaba de cumplir apenas dos años al frente de Aerolíneas y la ha hecho despegar desde una crisis terminal, pero en los últimos meses ha comenzando a acumular conflictos con los poderes Ejecutivo y Judicial.

El último se registró esta semana, cuando un organismo dependiente del Ministerio de Justicia exhortó a Aerolíneas y su filial de vuelos domésticos Austral a que en 30 días desvinculen a su presidente del comité ejecutivo, Antonio Mata, por haber sido condenado en España por "alzamiento de bienes". La sentencia contra Mata, dictada en octubre de 2002, fue denunciada en Argentina por el diputado y sindicalista Ariel Basteiro, uno de los principales opositores al plan de ajuste de Aerolíneas que proponía la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en 2001, antes de entregársela a Marsans.

La semana anterior, la justicia había embargado dos aviones Boeing 747 de Aerolíneas por una supuesta deuda con Banesto que data de 1993, pero rápidamente se revisó esa medida. No es la primera vez que inmovilizan unidades a la compañía de Marsans. Ya le embargaron otros dos Boeing 737 por la disputa que mantiene con Aeropuertos Argentina 2000, concesionaria de la mayoría de las estaciones aéreas del país, por las tasas aeroportuarias que pagan los aviones por aterrizar o despegar. Aeropuertos Argentina 2000 pertenece al enemigo número uno de Mata, el poderoso empresario local Eduardo Eurnekian.

Tasas en pesos

Las tasas aeroportuarias se mantuvieron en dólares, pese a la devaluación del 65% que sufrió este país suramericano a partir de 2002, gracias a dos decretos del anterior presidente argentino, Eduardo Duhalde. Aerolíneas recurrió a la justicia para que se las pesifique, al igual que sucedió con todos los demás contratos que estaban en moneda estadounidense, y logró un fallo a su favor. La firma se quejaba de que debía abonar el doble de tasas que en Chile, mientras que Eurnekian adeudaba al Estado el canon por la concesión de los aeropuertos.

Las líneas estadounidenses juzgaron que se las estaba discriminando porque seguían pagando las tasas en dólares y pidieron ayuda a su gobierno. Para resolver la disputa viajó a Washington el subsecretario de Transporte Aerocomercial, Ricardo Cirielli, otro de los sindicalistas enemigos de la SEPI que hace un año también comenzó a enfrentarse con Marsans. Aerolíneas calificó de "deficiente actuación" la de Cirielli, que se sumó al Gobierno cuando Kirchner asumió la presidencia, en mayo pasado. El Departamento de Transporte estadounidense prometió que sancionará a Aerolíneas cada vez que opere en aeropuertos de su país.

Cirielli, además, le quitó a la empresa de Marsans la autorización de volar a México con el motivo de que no utilizaba esa ruta desde 1999. Mata ha tachado al funcionario de "gremialista hostil" y ha asegurado que, en cambio, mantiene una buena relación con Kirchner y el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, de quien depende Cirielli. El titular de la empresa ha declarado que detrás de todos los conflictos está Eurnekian, que, según él, ha prometido destruir a Marsans desde que hace dos años perdió la compulsa por quedarse con Aerolíneas.

La compañía aérea argentina se había quedado con sólo el 17% del mercado local por su crisis de 2001, pero ya ha conquistado el 87% ante la decadencia de sus competidoras. Está finalizando con éxito el proceso judicial de suspensión de pagos y ha ganado 19 millones de dólares en los primeros nueve meses del año. Fuentes de la compañía reconocen que aún siguen recibiendo fondos de la SEPI. No ha despedido a empleados, sino que planea incorporar 1.200 a los 7.000 actuales. Pero semejante expansión llamó la atención del Gobierno, y no sólo de Cirielli. "Queremos terminar con los caprichos de vuelos organizados por ciertos grupos y crear una opción para un mercado aéreo sin monopolios", advirtió Kirchner a principios de mes, cuando se produjo el primer vuelo de la alianza entre Southern Winds, otra empresa de Eurnekian, que ha sobrevivido gracias a una subvención concedida por este Gobierno, y Líneas Aéreas Federales (LAFSA), una empresa estatal creada por Duhalde para contener a los trabajadores de otras dos compañías en quiebra.