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ELECCIONES EN CATALUÑA

Saura exigirá que se acepte su plan contra la pobreza para formar gobierno

El candidato propone un impuesto sobre la producción de las nucleares y térmicas

En Cataluña viven 750.000 personas en situación de pobreza y, de ellos, 250.000 en pobreza extrema. Si la izquierda está en condiciones de gobernar Cataluña, ICV-EUiA exigirá a Pasqual Maragall que se acepte su plan para luchar contra la pobreza como condición para entrar en el Gobierno. Así lo proclamó ayer Joan Saura, candidato de la coalición a la presidencia de la Generalitat, en un acto celebrado en Aula EL PAÍS, moderado por el director adjunto del periódico, Xavier Vidal-Folch. La política medioambiental es otra prioridad de la formación ecosocialista en caso de que la izquierda pueda gobernar, de lo cual Saura se mostró convencido.

Entre las medidas que el candidato ecosocialista considera prioritarias figuran la aplicación de un impuesto sobre la producción nuclear y la térmica, y el reconocimiento legal, en el Estatuto o en una ley específica, de un derecho de ciudadanía que proclame que nadie pueda vivir en situación de pobreza. Para ello propone crear una renta mínima para las personas con menos recursos, que se implantaría paulatinamente en cuatro años. "La Cataluña de hoy tiene más desigualdades sociales que la de hace 20 años", dijo.

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Saura invitó a pasar página a los "23 años de régimen de CiU", a la que acusó de decir "quiénes son buenos o malos catalanes". "Tengo el gran deseo", añadió, "de que el 16 de noviembre signifique la ruptura de una situación en la que CiU, que ha creado una red clientelar, es la que decide qué está bien y qué está mal". Saura añadió que bajar impuestos indiscriminadamente "no es de izquierdas". "Cada uno debe pagar según sus ingresos", aseguró.Saura lanzó el aviso: "Si el día 16 hay un cambio, y yo lo creo así, cuando vayamos a la Generalitat nos encontraremos con una situación de quiebra económica". "El Gobierno de CiU", añadió, "ha practicado un esencialismo que ha sido un desastre desde el punto de vista económico. Éste es un Gobierno que ha agotado prácticamente todas las posibilidades de deuda y que tiene los cajones llenos de facturas, especialmente en el ámbito sanitario, y pese a toda la retórica, ha permitido una política fiscal regresiva y que en los últimos años no haya inversiones en Cataluña".

El candidato ecosocialista cree que si la izquierda llega al gobierno no lo tendrá fácil. Una de las primeras medidas que deberá adoptar será, a su juicio, evitar servicios duplicados y revisar algunas concesiones, como las de las inspecciones técnicas de vehículos, y muchos concursos, sobre todo en sanidad, que, en su opinión, son cuestionables. "En una primera evaluación, creemos que se pueden ahorrar por estas revisiones alrededor de 500 millones de euros".

Saura también propuso simplificar la maquinaria administrativa y suprimir empresas y organismos que, a su juicio, duplican tareas, como el Instituto Catalán de Crédito Agrícola, porque ya existe el Instituto Catalán de Finanzas; la empresa Trenes de Alta Montaña, porque ya existe Ferrocarrils de la Generalitat, y el Instituto Catalán de Consumo, "porque ya hay una dirección general de lo mismo".

Saura acusó al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, de haber "administrado muy bien el sentimiento de agravio que los catalanes y Cataluña tienen históricamente respecto a las relaciones con el Estado". Saura opinó que Pujol ha tenido "la suerte" de que "desde finales de la década de 1980 hasta el año 1996 no ha tenido oposición" porque el primer partido de la oposición, el PSC, tenía las manos atadas por el apoyo de CiU al Gobierno del PSOE en Madrid.

El candidato ecosocialista defendió que el nuevo Gobierno catalán dedique el 0,7% del PIB a ayuda al desarrollo, con la perspetiva de destinar el 1% en el año 2010. Saura señaló que no ha negociado ni negociará el reparto de departamentos antes de las elecciones, pero admitió que el medio ambiente es una de sus prioridades, por lo que podría aceptar responsabilidades en ese ámbito. Al respecto, tras insistir en la aplicación de un impuesto sobre la producción de las centrales nucleares y térmicas, se le preguntó qué haría, en caso de asumir esa cartera, ante el rechazo de los grupos ecologistas hacia energías renovables como la eólica porque contaminan el paisaje. Saura respondió que negociar. En su opinión, hasta ahora han visto estos proyectos como una imposición unilateral, pero si la política energética se plantea globalmente, con objetivos claros y equilibrados, se mostró convencido de que podrá ser negociada. "Las energías renovables sólo representan el 2,7% de la que produce Cataluña y hay que duplicar esta cifra", afirmó. Como ejemplo citó la energía eólica: Cataluña genera 70 o 80 megavatios, cuando la comunidad de Navarra genera 800.

Respecto a la política de vivienda, Saura defendió la redistribución de "las plusvalías que se logran en el sector". Su grupo plantea que el 20% de los pisos nuevos sean de protección oficial y sacar al mercado de alquiler gran parte de las 417.000 viviendas que hay vacías, para lo que propone crear una agencia pública que dé garantías a los propietarios a cambio de poner los pisos en alquiler a precios asequibles.

Preguntado sobre su sueldo, dijo que "está por debajo de los 4.000 euros al mes". El partido se queda con el 20% de su sueldo de diputado, que "debe de estar en 4.200 o 4.300 euros".

Joan Saura durante su intervención, ayer, en el coloquio organizado por EL PAÍS.
Joan Saura durante su intervención, ayer, en el coloquio organizado por EL PAÍS.JOAN SÁNCHEZ

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