El Gobierno fue alertado en 2002 de los precios de los alimentos y no tomó medidas
El Observatorio sectorial advirtió hace 16 meses del fuerte aumento de los márgenes comerciales
La reunión del Observatorio de Precios de los Alimentos del 6 de junio de 2002 fue presidida por el entonces subsecretario del Ministerio de Agricultura, Manuel Lamela, actualmente jefe de gabinete del ministro de Economía, Rodrigo Rato, y que ha tenido la oportunidad desde su cargo actual de resucitar aquel informe. Así que el Servicio de Defensa de la Competencia ha abierto una investigación para determinar qué está sucediendo en todo el proceso de formación de precios.
Lamela fue, hace 16 meses, el encargado de transmitir a los presentes en el pleno, según recoge el acta de la sesión del Observatorio, "la enorme preocupación" que existía en el Gobierno "sobre cómo está influyendo el apartado alimentario del IPC en la marcha de la economía española" y la persistencia de "las rigideces que muestra la intermediación para trasladar al consumo los descensos de precios en origen". Fuentes integrantes de dicho Observatorio apuntan que desde la marcha de Lamela, las advertencias se quedaron en vacío.
Advertencia
El alto cargo fue también quien advirtió a los presentes, empresas incluidas, de que, pese a que habían desaparecido "casi todos los mecanismos intervencionistas de regulación", sí "han surgido otros que velan por la defensa de la leal competencia", según el acta. "Hemos de ser conscientes", abundó Lamela, "de que el buen funcionamiento de todo el sistema pivota sobre la transparencia que debe existir en torno a todas las operaciones comerciales que se efectúan en la cadena alimentaria".
Pero aquellas palabras se las llevó el viento. Al menos se las llevó durante 16 meses, en los que el Gobierno ha estado inactivo. Y eso que aquella situación, en la que ya se constataba que "los márgenes comerciales de la cadena de distribución tienden a incrementarse aún más cuanto menor es el precio del producto primario", no sólo se ha mantenido, sino que se ha agravado. Además se han sumado factores como el clima (ola de calor), que ha provocado gran mortandad entre las aves y ha limitado la producción de frutas y hortalizas.
Las subidas de precios en los alimentos, sobre todo en los últimos cuatro meses, han sido fortísimas y, según admitió el miércoles en el Congreso el secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, sin parangón con las registradas en otros países europeos donde el calor también hizo estragos en la producción.
En España, los precios de los alimentos, en términos interanuales, han subido entre uno y dos puntos por encima de la media de la UE. En productos como las judías verdes o el tomate, las subidas en un año alcanzan el 50%. Como definió hace más de un año la vocal del Observatorio de Precios y presidenta de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes, "la situación es de descontrol". Economía, con Lamela como buen conocedor de la situación, ha decidido, aparentemente, atajar el problema, lo que ha llevado la inquietud a algunos peldaños de la cadena alimentaria.
Ayer mismo, Fernando Moraleda, de la UPA, lamentó el retraso en aplicar medidas. Mientras, la patronal de los supermercados, Asedas, negó las acusaciones de la organización agraria Asaja, quien atribuyó los elevados precios de las hortalizas al hecho de que la distribución de los productos esté "en manos de cuatro". Para Asedas, la ola de calor explica el aumento de precios. La Coag, aun admitiendo los efectos del clima en los precios finales, acusó al comercio de querer ganar lo mismo "manejando menos kilos" y exigió que se limiten por ley los márgenes comerciales.
El PSOE, por su parte, exigió al Gobierno "medidas concretas" para atajar un problema que dura "más de dos años".
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