Dawn Ades reivindicará al último Dalí en la gran antológica del artista en Venecia
La comisaria británica de la retrospectiva participa en un congreso en Barcelona
"Sí, habrá una reivindicación del último Dalí", indicó ayer la catedrática británica Dawn Ades, comisaria de la antológica sobre el artista que se inaugurará en septiembre de 2004 en el Palazzo Grassi de Venecia. "Es un periodo difícil que está poco estudiado, pero intentaremos analizarlo en la retrospectiva". Ades, que participa en el congreso sobre Dalí que ayer se inició en Barcelona, afirma ignorar por qué no podrá verse esta antológica en España. "A mí me ha contratado el Palazzo Grassi; si me hubieran llamado de Madrid habría acudido encantada", indicó.
"Pretendemos hacer la gran retrospectiva de Dalí con el objetivo de demostrar que era un gran creador. Naturalmente, las pinturas serán el centro de la muestra, pero abordaremos sus otras facetas y, por ejemplo, en el catálogo intentaremos hacerle justicia como escritor y poeta", explica Dawn Ades, experta en surrealismo y en arte latinoamericano. "Ya hace 25 años de la última antológica de Dalí, y en este tiempo se han publicado nuevos e interesantes trabajos críticos sobre el artista que examinan sus múltiples facetas y reivindican el estatus que merece como uno de los grandes creadores del siglo XX". La catedrática de la Universidad de Essex, que reconoce que "resulta extraño hacer esta exposición fuera de España", agradece el apoyo de la Fundación Gala-Salvador Dalí y del Museo Nacional Reina Sofía, que prestarán unas quince obras cada entidad para esta gran retrospectiva, que aglutinará unas 150 piezas procedentes de todo el mundo. El director del Reina, Juan Manuel Bonet, no ve motivo para la polémica y señaló ayer que hace tiempo que la comisión del centenario decidió que la antológica se haría en Venecia con el objetivo de "contribuir a la fortuna crítica internacional" del artista sobre el que, indicó, se realizarán también en España importantes exposiciones.
La mirada de Dawn Ades sobre este polémico artista promete ser reveladora, incluida su defensa de este último Dalí que otros expertos suelen calificar de decadente -canónicamente se considera que realizó sus mejores obras en los años veinte y treinta- y que ella reivindica al considerar que realizó grandes obras tardías, como La estación de Perpiñán. "Dalí es el secreto que hace sentirse culpables a los historiadores de arte", afirma, para justificar la falta de estudios exhaustivos sobre su obra. "Todos le amaron en su juventud y después tuvieron que abandonarlo por una razón u otra".
Una de estas razones fue su claro alineamiento con el franquismo. "Es importante que no escondamos debajo de la alfombra estos aspectos de Dalí", indicó Ades. "Hay que hablar de ello, pero esto no quiere decir que se tenga que condenar automáticamente por ello toda su obra. La verdad es que me gustaría pensar, pero no sé si es cierto, que para él era tan importante el poder volver a su casa de Port Lligat, a la que siempre añoraba, que estaba dispuesto a decir cualquier cosa para conseguirlo. Aunque esto no es excusa para algunas de las declaraciones que hizo".
El artista, reconoce, alentó las dudas y prejuicios de los críticos con sus posiciones políticas, sus extravagancias públicas -en privado, indica, "era serio y riguroso"- y su ambición comercial. Pero, añade: "Lo que perdura es la obra, no la biografía".
Y sobre la perdurabilidad de la obra de Dalí, Ades no tiene dudas. "Su pintura sigue siendo enormemente importante y fue un precursor de muchas actitudes contemporáneas como la exaltación de la celebridad o el interés por los aspectos comerciales del arte, cosa que le ha perjudicado en los círculos puristas", comenta Ades, que en el congreso presentará una comunicación sobre la relación entre Dalí y Duchamp, dos artistas que representan polos opuestos.
La popularidad del primero es directamente proporcional al prestigio del segundo. Y viceversa. "Se relacionan en el plano personal, porque eran amigos, y en el de las ideas, porque los dos estaban interesados en la visión estereoscópica, las ilusiones ópticas, la cuarta dimensión... Creo que Dalí era un admirador genuino y auténtico de Duchamp. Los dos eran personas muy inteligentes que veían los problemas críticos del arte en el siglo XX de una forma más aguda que los demás".
Babelia
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