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Entrevista:JAIME ORAÁ | Nuevo rector de la Universidad de Deusto | Universidad

"España es el único país europeo donde no se apoya a la universidad privada"

Consciente de que llega al cargo "en una etapa clave", Jaime Oraá (Bilbao, 1953) toma las riendas de una Universidad de Deusto más moderna, pero que sigue perdiendo alumnos. El freno a esta tendencia será uno de los retos de este ex decano de Derecho, experto en Derecho Internacional y apasionado por el proceso de convergencia europea, que dice haber tomado nota del reivindicativo discurso de su homólogo de la UPV, Manuel Montero, el pasado jueves. "Aprendí mucho con él", dice.

Pregunta. ¿Con qué ánimo afronta su nuevo cargo?

Respuesta. Con ilusión y confianza. También con un sano realismo porque los retos que tenemos por delante son muy grandes. Tanto en Europa, como en España, como en el País Vasco se están produciendo cambios de gran magnitud. En los últimos años la universidad está cambiando más que en los últimos dos o tres siglos.

"Nos preocupa el descenso de alumnos de Deusto. Y nos debe ocupar"
"He aprendido mucho para los próximos años con el discurso del rector de la UPV "

P. ¿Cree usted que accede al cargo en una etapa clave?

R. Sí.

P. ¿Qué senda le ha dejado marcada su antecesor, José María Abrego?

R. La universidad le tiene que estar muy agradecida al anterior rector. Ha marcado una serie de líneas importantes que en parte queremos continuar y en parte queremos renovar.

P. ¿Se ha modernizado Deusto con José María Abrego?

R. Creo que sí. Ha habido realizaciones importantes. Tenemos unos nuevos Estatutos generales, también un Consejo de Gobierno con atribuciones muy importantes como marcar las líneas maestras de actuación en los próximos años. A ello hay que añadir, entre otras cosas, el uso de los planes estratégicos como un arma de gestión mucho más moderna. El periodo de Abrego ha sido muy positivo para la universidad.

P. ¿Qué queda por hacer?

R. En este mundo tan cambiante y con unas transformaciones tan aceleradas, no nos podemos quedar parados. Comentando el otro día con Peter Senge, el último doctor honoris causa de esta universidad, señalaba que las instituciones más difíciles de cambiar son las universidades y, sin embargo, es tremendamente importante que la universidad también se adapte al gran cambio que se está produciendo.

P. Un cambio no muy positivo en los últimos años es el descenso continuado de alumnos de Deusto. ¿Frenar este proceso es uno de sus grandes retos?

R. Lo que pasa es que es algo muy difícil. En la medida en que hagamos nuestra oferta universitaria más atractiva, obtendremos más alumnos. Tendremos que ir trabajando para saber cuál es el tamaño óptimo que tiene que tener Deusto. No podemos tener los 50.000 alumnos de la UPV porque tampoco es nuestra vocación.

P. ¿Pero tiene que ser un poco más grande que ahora?

R. Eso lo tendremos que estudiar. No obstante, creo que tenemos una gran capacidad de mejora en el campo de los masters, posgrados y doctorados y en la formación continua porque el concepto de educación y el de formación han cambiado hacia la ampliación a toda la vida de este proceso.

P. ¿Le preocupa que Deusto descienda mientras la UPV sube?

R. La UPV, con un presupuesto tan enorme como tiene, que se surte de recursos generales de la comunidad y con la ampliación de titulaciones que ha registrado, es normal...

P. ¿No les inquieta?

R. Claro que nos preocupa. Y nos debe ocupar.

P. Usted participó el pasado jueves en la inauguración oficial del curso en la UPV. ¿Qué le pareció el polémico discurso de Manuel Montero?

R. Aprendí mucho con él para los próximos años, y se lo dije. Fue un planteamiento de todas las reivindicaciones, que yo no hice desde luego en mi discurso, pero que tendremos que hacer en algún momento. Ahora que se habla tanto de Europa, España es el único país de la UE en el que no hay un apoyo a las universidades privadas. En el caso de Deusto, que ha hecho un gran servicio a la sociedad vasca y a la sociedad en general desde hace 115 años y lo sigue haciendo, creo que necesita un apoyo público para seguir realizando este servicio de calidad a la sociedad.

P. La consejera de Educación ya ha respondido a su petición de ayuda económica, condicionada a asumir proyectos y objetivos comunes con el resto de universidades públicas.

R. Estamos de acuerdo con eso. De hecho, creo que el camino es el establecimiento de cómo debe ser el servicio de la universidad con unos programas claros, y en la medida que esos objetivos se vayan cumpliendo con calidad por las universidades públicas y privadas, éstas reciban fondos públicos.

P. ¿Lo ve factible?

R. Confío en las palabras del lehendakari y de la consejera y espero que los partidos políticos lo hagan posible.

P. ¿Qué espera de la nueva Ley Vasca de Universidades?

R. Lo que esperaría es este apoyo también, la fijación de objetivos comunes y el apoyo a la financiación de esos proyectos.

P. En el discurso de Montero hubo una mención expresa a la crispada situación política que vive la sociedad vasca. ¿La universidad puede hacer algo?

R. En este clima de crispación, su servicio es formar no sólo profesionales, sino también personas dialogantes, tolerantes, que sepan llegar a consensos. Creo que es una contribución importante a la pacificación y al entendimiento y convivencia de esta sociedad. Y en segundo lugar, creo que la universidad, como lugar de reflexión y de pensamiento, tiene que aportar luz en los problemas, muy graves, que dividen a la sociedad vasca y ayudar a que la sociedad encuentre fórmulas de convivencia que conciten un consenso.

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