Menor esfuerzo
El presupuesto del Ministerio de Educación para 2004 crecerá en menor proporción que lo venía haciendo en los últimos años: un 5,07%, muy por debajo del 9% anual que venía aumentando desde 2000, año en el que Mariano Rajoy era titular de Educación y concluyó las transferencias a las comunidades autónomas. Aunque ello ha reducido las competencias directas del ministerio, es chocante esta disminución del esfuerzo presupuestario el mismo año en que se empieza a aplicar la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE). Sobre todo, porque el Ejecutivo ni ha presentado memoria económica ni anunciado aún financiación específica para esa reforma. El Consejo de Política Fiscal y Financiera, al que ha responsabilizado el Gobierno de calcular el coste de la misma, no ha tratado aún este tema, a pesar de haberse reunido varias veces desde que se aprobó la ley en enero.
Los retos a los que se enfrenta la educación en estos primeros años del siglo XXI -la integración de cada vez más alumnos inmigrantes, el replanteamiento de las tareas de los profesores y la incorporación de las nuevas tecnologías a la educación- definen una prioridad clara, según aceptan hoy casi todos los especialistas, incluidos los economistas, que contemplan con preocupación los retrasos acumulados en materia de formación y adaptación a las necesidades de la globalización. Ello implica un esfuerzo presupuestario a la altura del desafío. En contra de lo que argumenta el Gobierno, la reducción de alumnado en las etapas no obligatorias (bachillerato, FP y Universidad) no puede justificar este parco aumento presupuestario y del número de becarios.
El Gobierno destina 8,6 millones de euros a educación compensatoria de desigualdades y 6,2 millones a formación permanente del profesorado. Aunque supone un incremento respecto al año anterior, se queda corto, según han denunciado los sindicatos del sector y la oposición política, a la vista del aumento del número de escolares (8,3 millones, 100.000 más que el curso pasado) y singularmente del número de escolares inmigrantes: serán ya 400.000.
La responsabilidad de financiar las becas es la mayor competencia que conserva el ministerio (representa un 54% de su partida). Sin embargo, se han presupuestado 25.400 becas menos para financiar los estudios de los alumnos. Todas estas previsiones de gastos no reflejan el esfuerzo que sería esperable de un Gobierno que ha declarado tener interés por mejorar la calidad de la educación, la mejor inversión en futuro que se pueda hacer.
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