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El uso comercial del Born disgusta a los vecinos del barrio de la Ribera

El futuro del mercado del Born sigue causando polémica entre los vecinos del barrio barcelonés de la Ribera. La plataforma Veïns en defensa de la Barcelona Vella organizó un debate la semana pasada para difundir el proyecto del museólogo Jordi Pardo. Según el plan de Pardo, en el exterior del antiguo mercado se instalarían pequeñas tiendas de artesanos que rememorarían la actividad comercial que allí se realizaba en el pasado, rehabilitación que recuerda a la aplicada en el Convent Garden londinense. El experto afirmó que la idea es compatible con el museo interior, que albergará los restos arqueológicos encontrados cuando se realizaban las obras de saneamiento para la construcción de la biblioteca provincial. La conservación de este patrimonio se considera de máximo interés, porque remite a hechos históricos de un gran simbolismo como los de la Guerra de Sucesión en 1714 o la construcción de la Ciutadella en 1716.

En el turno de preguntas, varios vecinos se mostraron muy críticos con el aspecto comercial del proyecto, porque consideran que podría desvirtuar el mensaje histórico del conjunto arqueológico y la propia estructura diseñada por Josep Fontserè en 1876. "El aspecto cultural del plan es loable, pero no nos gusta el tema de los comercios. Este barrio es muy sensible con esto. Lo que nos sobra en el barrio de la Ribera son precisamente comercios, mientras que nos faltan equipamientos", se quejó uno de los asistentes al debate.

Rechazo

La instalación de las tiendas en el perímetro exterior no fue el único punto de la planificación de Pardo que creó rechazo entre los vecinos. Para el futuro museo, el proyecto prevé la creación de una arquitectura mínima en el interior del recinto, que permita crear un recorrido de visita y espacios para exposiciones temporales. "Dejad la obra de Fontserè como está, la imagen que estás dando me deprime", se lamentó una de las participantes en la charla. "Nadie ha creado una arquitectura dentro de Santa Maria del Mar para explicar la iglesia", rebatió otra vecina.

Jordi Pardo defendió la propuesta, porque consideró que los monumentos no se explican por sí mismos. El museólogo aseguró, además, que las intervenciones serían mínimas y muy respetuosas con la creación de Fontserè, ya que uno de los objetivos es reivindicar el valor del edificio. Pardo recordó al final del debate que su proyecto está abierto al diálogo y que no es definitivo, porque la Administración todavía no ha elegido a un equipo de arquitectos y aún está pendiente un trámite administrativo con el Ministerio de Cultura para que la municipalidad recupere la propiedad del recinto.

El debate demostró la extrema sensibilidad del vecindario ante el futuro inmediato del Born. Varios asistentes recordaron que fue la movilización de los vecinos de la Ribera la que salvó al mercado de ser demolido cuando en 1972 perdió su función de mercado de abastos por la inauguración de Mercabarna.

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