La edición de libros en España sigue subiendo y alcanza los 70.000 títulos

Buena parte de los editores españoles anunciaron hace menos de un año, después de la Feria del Libro de Francfort, que reducirían el número de títulos. Pues no, sigue creciendo, al parecer sin límite: en 2002 se editaron en España 69.893 títulos (67.012 en 2001), según un avance de datos estadísticos de la Panorámica de la edición española de libros 2002, que elabora el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, y que se ha hecho público en Liber. Los editores coinciden en que casi la mitad de estos títulos, 30.000, son novedades y, en general, prefieren hablar de pluralidad más que de saturación.

El descenso en la exportación se debe a los problemas de América Latina

España es el quinto productor mundial de libros y el tercero de Europa, por detrás del Reino Unido y de Alemania. Resulta paradójico, según la Federación de Gremios de Editores de España, que, siendo una potencia editorial de primer orden, se sitúe en cambio en uno "de los últimos puestos en índice de lectura". En 2002, el porcentaje de lectores alcanzó sólo el 53% de la población. En el primer trimestre de 2003 se consolidó la tendencia de que leen más las mujeres (un 56,9%) que los hombres (50,1%).

Hoy se presentará en Liber el estudio de Comercio interior del libro en España 2002, que ha realizado la empresa Precisa-Research para la Federación de Gremios. Los propios editores afirman que sustancialmente las cifras facilitadas por la Panorámica de la edición no van a variar sustancialmente de las suyas.

En cuanto a facturación económica, la Panorámica de la edición de libros 2002 facilita cifras de 2001: 2.607 millones de euros. El sector editorial español exportó en 2002 por valor de 514,58 millones de euros, frente a los 602,83 millones de 2001. Este descenso se debe principalmente a los problemas económicos de América Latina, especialmente al hundimiento de Argentina, que importó un 87,30% menos que el año anterior. En dinero contante y sonante: 5,7 millones de euros en 2002, frente a los 44,9 millones de 2001.

Las dificultades del mercado argentino se han mantenido en los primeros meses de 2003, aunque, según dijo ayer José Félix Salinas, secretario general de la Federación de Cámaras del Libro, "empieza a abrirse y a recuperarse un poco".

En cuanto a las exportaciones españolas de libros, y a fecha del pasado 31 de agosto, estaban, según Salinas, "un pelín por debajo de las del año pasado, pero seguro que se habrán recuperado en septiembre", mes del que aún no se dispone de datos. Los editores confían en que los negocios que genere Liber 2003 contribuirán a mantener como mínimo los niveles económicos de 2002.

El estudio del ministerio aporta datos curiosos como los de la "edición en lenguas españolas", en la que distingue la publicación de títulos en castellano, catalán, euskera, gallego, valenciano, asturiano, aragonés y aranés.

En el pabellón 7 de Ifema, en Madrid, había ayer un bullicio relativo. En las casetas individuales o colectivas, en las que están representadas 635 empresas de 25 países, se esperaba cerrar algún que otro negocio, más entre las pequeñas y medianas que en los grandes grupos.

Una de las casetas más festivas era la de Babelia, el suplemento cultural de EL PAÍS, en la que se acogía a los visitantes con regalos: bolígrafos, separadores de libros, postales con las portadas del suplemento... y la invitación a participar en una encuesta: "¿Cuántos días compras prensa? ¿Qué medio lees? ¿Conoces Babelia? ¿Cómo la valoras?". Quienes respondan podrán participar en el sorteo de 10 lotes de películas en DVD.

Tiempo hubo también ayer para hablar de un tema que se repite y que no por ello deja de ser menos sangrante: en España se fotocopia ilegalmente cada año el equivalente a 17,5 millones de libros, lo que representa unas pérdidas anuales de 210 millones de euros. Participaron en un debate convocado por el Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro) la escritora Rosa Regàs y el periodista, guionista y escritor Javier Rioyo. Ambos, junto al presidente de esta entidad, Josep Maria Puig de la Bellacasa, hicieron un llamamiento a la responsabilidad de la Administración, las instituciones y los ciudadanos para que respeten los derechos de autor.