Puig ofrece financiar la ampliación de la A-7 hasta la frontera

El consejero de Política Territorial de la Generalitat, Felip Puig, afirmó ayer que el Gobierno de CiU está dispuesto a financiar parte de la ampliación de la A-7, autopista dependiente del Ministerio de Fomento, para que las obras puedan empezar en 2004. Al tratarse de una primera aproximación, el Ejecutivo catalán dijo ayer que está estudiando la viabilidad y la legalidad del proyecto, ya que la última palabra la tiene el ministro Francisco Álvarez-Cascos.

La idea coincide con los planes hechos públicos por Salvador Alemany, consejero delegado de Abertis (empresa nacida de la fusión entre las concesionarias ACESA y Áurea). Alemany propuso invertir entre 200 y 300 millones de euros en la ampliación de un tercer carril en la A-7 en los itinerarios Mediterráneo-Salou y Maçanet-La Jonquera, así como en el cuarto carril de las circunvalaciones de Tarragona y Girona, aunque dejó en el aire si el coste iría por entero a cargo de la empresa o sería compartido con la Administración, como se ha hecho siempre, por vías diversas.

La intervenciones cercanas en el tiempo de Alemany y Puig sugieren un intercambio de pareceres entre ambos. Un portavoz de Abertis declinó confirmar o desmentir el encuentro, pero reconoció que era verosímil que hubiesen hablado del asunto. La misma fuente añadió que la empresa acepta la propuesta si tiene el visto bueno de Fomento.

Puig analizó diversas vías para financiar la obra. El aumento de peajes, que dijo que no es de su agrado; un aumento del plazo de concesión, medida que no depende de él, y la más probable: el pago a la sombra (en lugar de lo usuarios, paga el Gobierno) hasta 2021, plazo de concesión.