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Reportaje:

La navaja amenaza el paraíso

Canarias reclama a Interior más de 400 policías para paliar la inseguridad que denuncian sindicatos y oposición

Una semana en cualquier rincón de las Islas Canarias equivalía a un tratamiento antiestrés de cinco estrellas. La amabilidad de sus gentes, sus lujosos hoteles, las playas y el sol atraen a más de 12 millones de turistas de toda Europa. Pero el paraíso se resquebraja a punta de navaja.

Cada día se cometen en las islas 550 delitos, aunque muchos de ellos no aparecen en las estadísticas del Ministerio de Interior. Según el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la población denuncia menos por desconfianza en la justicia y la policía. Cinco muertes violentas en las islas en apenas una semana han disparado la alarma.

A ello se suma un nuevo sistema de elaboración de estadísticas, donde queda al albedrío de cada comisario tipificar delitos como faltas. Mientras el Gobierno insiste en que en 2002 ocurrieron en Canarias 110.968 delitos y faltas (304 al día), la memoria de la Fiscalía General del Estado registró 201.042 delitos, a la espera de sumar las faltas. Es decir, 550 al día, una estadística que no comparte el ministro del Interior, Ángel Acebes, quien aseguró el miércoles en el Congreso que "Canarias fue la comunidad autónoma en la que más ha descendido la delincuencia de toda España, nada menos que un 12,25% en delitos y un 0,73% en faltas". En respuesta, Paulino Rivero, presidente de Coalición Canaria y portavoz del grupo canario en las Cortes, le conminó a cubrir "urgentemente" el catálogo de puestos de trabajo (unos 350 policías nacionales y 50 guardias civiles), facilitar el acceso a ambos cuerpos de la población insular para garantizar la estabilidad de las plantillas y que se allane el camino para crear la Policía Autonómica. Éste será parte del contenido de la reunión prevista esta semana entre Acebes y el presidente canario, Adán Martín.

El déficit de agentes de seguridad del Estado se remonta a 1996, cuando Interior estableció la necesidad de 1.107 agentes en Tenerife y 1.370 en Gran Canaria y revisó al alza la cifras el año pasado hasta 1.255 y 1.443, respectivamente. Una media de un policía por cada 455 habitantes, la peor proporción de España. En las dos principales localidades turísticas de Tenerife, la situación es aún más preocupante. Sólo hay un policía por cada 1.100 habitantes en Puerto de la Cruz o Playa de Las Américas. "Es duro decirlo, pero, ahora mismo, hay días en que no hay un solo agente que patrulle las calles de algunas de las ciudades más turísticas", comenta un agente del SUP. "Muchas veces ese agente abandona la intervención, porque se le echan 20 encima; han sido muchos los que han llegado con mordeduras en cuello y cara, patadas y golpes".

Y la situación en las cárceles no es nada halagüeña. Los funcionarios de la prisión de Salto del Negro (Gran Canaria) alzaron la voz la semana pasada ante la escasez de plantilla, la inseguridad del centro y el traslado de casi 1.000 reclusos a la Península. En Salto del Negro, diseñada para 736 presos, hay 1.400 internos (900 de ellos canarios) y 300 funcionarios, 120 menos que en el resto de prisiones de la misma capacidad. No dispone ni de megafonía. "Esto es un auténtico polvorín", reconoce Juan Manuel Alacid, portavoz de los funcionarios. Un estudio de Instituciones Penitenciarias de principios de este año reconocía la saturación en las prisiones de las islas, donde se supera su capacidad hasta el 70% de las celdas.

"El PP ha deteriorado gravemente el servicio público de la seguridad", considera Domingo Medina, consejero socialista en la oposición del Cabildo Insular de Tenerife. "Se ha protegido un feudo del PP como es la isla de Gran Canaria, para abandonar a su suerte a Lanzarote, Fuerteventura y Tenerife, donde se ha disparado el índice de criminalidad", añade. El delegado del Gobierno en Canarias, Antonio López, rechazó hacer cualquier valoración a este periódico.

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