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España se equipara a Europa con una ley que protege del plagio al diseño industrial

La norma protege por igual un estampado de camisetas que un mueble o un exprimidor

El diseñador Rafael Marquina tiene una colección de cien aceiteras. Todas han sido pirateadas del modelo antigoteo que él mismo diseñó en 1961. Marquina nunca ha recibido un euro del beneficio generado por las copias de su trabajo; sólo le ha quedado el consuelo personal de haber conseguido un diseño perfecto. Con la promulgación de la Ley 20/2003, de 7 de julio, de Protección Jurídica del Diseño Industrial, se podrá poner fin a esta situación que ha cuestionado durante años los derechos de los diseñadores sobre su propia creación.

Una exposición en Madrid ofrecerá una panorámica de la copia en el diseño

Hasta ahora, el diseño industrial se había regido por una normativa legal de 1929. Cualquier mínima modificación con relación al producto original legitimaba la copia. "Siempre se ha hablado de la piratería musical, pero a los diseñadores se nos había dejado siempre de lado", explica Marquina, que hace 40 años vivió intensamente la imposibilidad de luchar contra la piratería industrial al comprobar lo caras e infructuosas que le podían resultar las demandas judiciales. "Cuando en un libro encuentran un párrafo plagiado se levanta una polémica, pero en el caso de diseños prácticamente idénticos nunca pasa nada", explica el veterano diseñador. No obstante, los Cuerpos de Seguridad del Estado trabajaron con intensidad este tema. En 2002 intervinieron en un total de 2.287 casos relacionados con el tema con un total de 2.660 detenidos. El 65% de las acciones fueron relativas a casos sobre la propiedad intelectual y el resto a la propiedad industrial.

Para Juli Capella, presidente del Fomento de las Artes Decorativas (FAD), la desprotección intelectual del diseño ha respondido históricamente a una voluntad política. "La falta de proteccción del diseño en España es reflejo de una visión autárquica, que lo que quería primar ante todo era la fabricación del producto, independientemente de que se tratara de un plagio o no", explica el arquitecto y diseñador para quien la protección del diseño industrial es básica para el desarrollo económico de los países industrialmente avanzados. "Al proteger la creatividad se puede contrarrestar la competencia que se establece con los países menos desarrollados que ofrecen productos falsificados a precios muy inferiores", explica Capella, que plantea un problema de alcance internacional. Según datos elaborados por la Union des Fabricants, que agrupa a diferentes empresas francesas, la falsificación industrial y comercial representa del 5% al 7% de todo el comercio internacional.

La nueva ley española en defensa del diseño pretende hacer frente a esta situación con novedades como que un diseño podrá lanzarse al mercado y conservar los derechos de autoría durante 12 meses sin necesidad de registrarse. Esta medida supondrá un ahorro al fabricante, ya que se podrá esperar la reacción del mercado antes de acudir al registro. El registro del diseño se otorgará por cinco años y podrá renovarse por uno o más periodos sucesivos hasta un máximo de 25 años.

Aunque el sector no ha dado una valoración colectiva sobre la ley, algunos de los profesionales más sensibles al tema ya se han posicionado. "Ya era hora. Llevo metido en la lucha contra el plagio mucho tiempo, pero sólo consigo que llegue una resolución judicial en primera instancia al cabo de tres años", explica el empresario valenciano de muebles y diseñador Vicent Martínez. "Ha habido de siempre poca voluntad política para avanzar en el tema, lo que entre otras cosas ha provocado que hasta ahora los juzgados no estuvieran preparados para afrontar temas de propiedad industrial".

La anterior reforma y actualización de la normativa española sobre la propiedad industrial data de 1980 y fue motivada por la incorporación de España en la Comunidad Europea, pero en ella no se incluyó el diseño industrial. Una de las características de la nueva ley consiste en la no diferenciación entre modelos y dibujos industriales, y entre los diseños tridimensionales y bidimensionales, lo que representa en la práctica la inclusión del diseño gráfico.

La ley sitúa ahora bajo el mismo paraguas de protección tanto a un estampado para camiseta, como a un exprimidor de frutas. La condición básica para que un producto pueda registrarse es que los diseños sean nuevos y posean carácter singular. La ley habla de singular refiriéndose a la impresión que puede producir "en el usuario informado". También hace referencia al registro de componentes que puedan formar parte de un producto más complejo; si no, podría darse el caso de que no se considerara plagio a un coche por el hecho de tener una carrocería distinta, aunque su mecánica hubiera sido pirateada.

En España, según un estudio realizado por la Asociación Nacional para la Defensa de la Marca (Andema) y el Consejo Superior de Cámaras de Comercio Industrial y Navegación, los sectores más afectados por el fraude industrial son el textil, con un 21% del fraude total; los materiales industriales, con un 19%; la alimentación, con un 15%, y el sector de bebidas, con un 9%.

La variedad de actos fraudulentos contra la propiedad industrial puede ser de múltiples modalidades: el plagio (imitación de un producto con pequeñas modificaciones, aunque existe en el comprador la conciencia de que se trata de una copia); la falsificación (cuando se pretende engañar al hacer creer que se trata del producto original), y la piratería, con la que un producto de baja calidad se aprovecha de la imagen de marca de un producto consolidado en el mercado.

Para clarificar estos conceptos y tomar conciencia de la importancia de la protección y el respeto a la propiedad industrial y intelectual, el próximo 2 de diciembre se inaugurará en la Sala de Arquerías del Ministerio de Fomento, en Madrid, la exposición Cocos (copias y

coincidencias), comisariada por el propio Juli Capella, junto a Ramón Úbeda. La exposición tratará de ofrecer una amplia panorámica de la copia y la falsificación en el campo del diseño. La inspiración suele ser una de las defensas ante la acusación de plagio. Cocos plantea este tema encarando la cubierta del disco Duets, de Barbra Streisand, con la imagen del cartel de la película de Almodóvar Hable con

ella, estrenada unos meses antes de la publicación del compacto. "Será una exposición que planteará muchos interrogantes sobre el tema de autoría y las diferentes fuentes de inspiración", explica Úbeda, quien este verano visitó diferentes mercados de Hong-Kong y Tokio donde la piratería está al orden del día. Los productos que adquirió formarán parte de la llamada Maleta de

Asia, expuesta en la exposición y que representa una completa panoplia de objetos pirateados. La exposición ha sido organizada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y la Sociedad Estatal para el Desarrollo del Diseño (D.Di), con la colaboración de la Oficina Española de Patentes y Marcas.

Un mercado asiático especializado en falsificaciones de grandes marcas.
Un mercado asiático especializado en falsificaciones de grandes marcas.PEPA REVERTER
Copias de las aceiteras antigoteos de Rafael Marquina.
Copias de las aceiteras antigoteos de Rafael Marquina.MARCEL.LÍ SÁENZ
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