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Prodi entrega los primeros resultados de las investigaciones internas sobre Eurostat

El líder socialista Enrique Barón advierte de que "varios comisarios" están en el punto de mira

Carlos Yárnoz

El presidente de la Comisión, Romano Prodi, depositará hoy en la Eurocámara los informes con las primeras investigaciones internas sobre el escándalo Eurostat, la oficina estadística en la que se han descubierto doble contabilidad, cuentas ocultas y contratos ficticios. Personas que han conocido en parte esos documentos sostienen que de ellos se desprende que las irregularidades se produjeron antes de que en otoño de 1999 tomara posesión la actual Comisión. Los datos se conocerán esta noche. Entretanto, los comisarios salpicados por el caso, como el español Pedro Solbes, aguardan tensos la intervención de Prodi mañana ante la hipótesis de que exija alguna dimisión por lo ocurrido.

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Los informes serán depositados en una sala especial del Parlamento Europeo en Estrasburgo. A partir de las 21.30, los presidentes de los grupos parlamentarios y los miembros de la Comisión de Control Presupuestario (Cocobu, como es conocida por sus siglas en francés) podrán consultarlos, pero no podrán hacer fotocopias. Mañana por la mañana les serán entregadas copias únicamente con las conclusiones y, unas horas después, a partir de las 15.30, Prodi se reunirá a puerta cerrada con los líderes parlamentarios y los diputados de la Cocobu para explicar su versión de los hechos y fijar, en su caso, las responsabilidades políticas.

Hasta ayer, los principales grupos de la Eurocámara, el popular y el socialista, han insistido en que rechazarán todo posible intento de circunscribir las responsabilidades en Solbes, de quien jerárquicamente depende Eurostat. En uno y otro grupos han apuntado que, si se ataca al comisario español, también exigirán responsabilidades a los comisarios Neil Kinnock (Personal), Michaele Schreyer (Presupuestos), Poul Nielson (Desarrollo), Chris Patten (Exteriores), Viviane Reading (Cultura) o el propio Prodi, además del secretario general de la Comisión, David O'Sullivan, a quien la Oficina Europea contra el Fraude (OLAF) informó en julio de 2002 de que estaba investigando a Eurostat y, sin embargo, no transmitió ese hecho a los comisarios afectados hasta el pasado mayo, según dijeron ante el Parlamento Solbes, Kinnock y Schreyer. De producirse esos ataques en cadena, la Comisión acabaría dimitiendo en bloque, como la anterior en 1999, un peligro sobre el que ya han alertado Madrid, Londres y Berlín.

Tanto el jefe de los eurodiputados populares (233 escaños de los 626), el alemán Hans-Gert Poettering, como el de los socialistas (175 asientos), el español Enrique Barón, insisten en que "no parece llegado el momento de exigir dimisiones", pero este último advierte de que son "varios" los comisarios que están en el punto de mira de la Cámara.

400 contratos

Uno de los informes que hoy deposita Prodi corresponde a una auditoría interna en la que se han analizado 400 contratos firmados por Eurostat con la empresa privada francesa Planistat, cuyo presidente, Hervé Charlot, está siendo investigado por los jueces en París a raíz de documentos aportados por la Oficina Europea contra el Fraude (OLAF) en marzo pasado. En los últimos 10 años, Planistat, que explotaba comercialmente la base de datos de la oficina estadística, ganó contratos con Eurostat por valor de 41,3 millones de euros, pero también firmó otros valorados en ocho millones con una decena de departamentos de la Comisión Europea.

También se han analizado contratos de Eurostat con otras sociedades externas como Eurogramme, Eurocost, CESD, 2SDA, TES... Los beneficios de algunos de esos contratos, que Eurostat suscribía para hacer trabajos para los que no tenía medios, se depositaban en cuentas ocultas para la Comisión. Yves Franchet, ex director general de Eurostat destituido en julio pasado, ha declarado insistentemente que el dinero se usó siempre para objetivos de la oficina, nunca para enriquecimiento personal, y que mantuvo anualmente informados de la situación a los servicios de Schreyer. Varias fuentes especulan con la hipótesis de que se ha perdido la pista al menos a 900.000 euros. En mayo de 2000, por ejemplo, la Comisión exigió a Eurocost un reembolso de un millón de euros, pero la compañía desapareció poco después.

El segundo informe que entregará Prodi está realizado por un equipo especial de altos funcionarios elegidos para el caso que establecerán si Eurostat y la Comisión han respetado los reglamentos financieros de la casa. Ayer, tras la reunión semanal de la Comisión, el Ejecutivo informó de que, como resultado de una encuesta abierta en julio entre todos los directores generales, éstos han respondido que en ninguno de sus departamentos se han producido irregularidades similares a la de Eurostat desde que la Comisión inició su mandato en 1999.

La OLAF también elabora un informe, en este caso ampliado al manejo del dinero en Eurostat, pero se desconoce cuándo será difundido. En paralelo, la Cocobu tiene fijadas varias citas entre el mes que viene y el próximo abril para conocer más detalles sobre el control presupuestario de la Comisión. Su presidenta, la alemana Diemut Theato (PPE), se quejó ayer de que la comparecencia de Prodi se celebre a puerta cerrada y de que el Parlamento y la Comisión resten protagonismo a su comisión en favor de los líderes parlamentarios.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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