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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Cineasta del régimen

El señor Medem informaba recientemente en estas páginas de que Jon Juaristi, Fernando Savater y la que firma esta carta habíamos declinado participar en su documental sobre "el conflicto", La pelota vasca, la piel sobre la piedra. Pocas veces he creído haber tomado una decisión más acertada.

Tras leer el texto publicado por el autor en EL PAÍS el 18 de septiembre no sólo me reafirmo en mi postura, sino que me alegro profundamente. El señor Medem abunda en las, a mi entender, frívolas razones que le han motivado a realizar dicha obra. Si ya la información que me hizo llegar sobre los objetivos del proyecto me parecía de un esteticismo vacío, las que aporta ahora me parecen perversas, eso sí, adornadas de bellas y tramposas palabras. El señor Medem, al parecer, llegó a su máximo hastío sobre "el conflicto" cuando hace unos años el Gobierno español inició una campaña, según él, de desprestigio de la imagen de lo vasco. El hecho objetivo de los cientos de asesinados por el terrorismo, los miles de extorsionados, amenazados y exiliados vascos parece que hasta la fecha no le habían producido la necesidad de contar cinematográficamente lo que pasaba en nuestro país. El hecho, también objetivo, de que el actual Gobierno vasco, en el poder desde siempre, sea incapaz de resolver el problema del terrorismo y neutralizar sus efectos, parece pasar inadvertido en este alumbramiento de conciencia. Señor Medem, su buena voluntad no se la discuto, pero tenga en cuenta que es nefasto e insultante comparar repetidamente a ETA con un partido democrático, que además es víctima en primera fila de la propia ETA. Exterioriza una falta de sensibilidad y piedad que me dejan atónita y me insulta como víctima del terrorismo. Las disquisiciones éticas y políticas que plantean sus palabras son tópicos al uso del ideario nacionalista, lo quiera reconocer o no. Diálogo, conflicto, partes, extremos, etcétera. Da mucha pereza a estas alturas recordar que quien no quiere dialogar es quien mata o ayuda a matar; que hay conflicto porque existe ETA; que no hay partes, sino unos que matan y otros que son asesinados; que el único extremo es ETA y su mundo. Su momento culminante es cuando dice que "quería una polifonía de voces in jerarquías". Éste es el problema más lamentable, la absoluta falta de ética de esta idea tan nefasta. ¿Es lo mismo una víctima de ETA que un militante de ETA? ¿No hay diferencia entre la cúpula de ETA y un partido político, un familiar de un asesinado por ETA que el de un etarra? No es igualmente respetable la idea de defensa de la dignidad humana que la comprensión o justificación o relativización del derecho a la vida y a la libertad; no merecen la misma consideración las víctimas del terrorismo que siempre hemos defendido el Estado de derecho, incluso para nuestros asesinos, que los asesinos y sus cómplices ideológicos. Mientras no comprenda el señor Medem esta básica idea no estará con la mayoría de las víctimas del terrorismo que defienden la verdad, la justicia y la memoria, principios que usted no cita ni una sola vez.

He conocido el dato de que, en concepto de derechos de emisión, ETB le ha comprado al señor Medem el documental por una cuantía inusual que sobrepasa ampliamente la cantidad al uso para productos similares. ¡Qué casualidad! Julio Medem coincide plenamente con el Gobierno vasco en el tratamiento que dan a la mayoría de las víctimas del terrorismo cuando éstas osan criticar al nacionalismo: las ningunea, las insulta y las humilla; por estas razones le considero el cineasta del régimen.

Por cierto, ¿por cuánto dinero ha comprado Canal+ los derechos de emisión del documental? ¿Conocía Canal+ el tratamiento de la obra con antelación?

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