Grecia certifica a España que no concedió permiso para navegar al capitán del 'Prestige'

La reciente contestación del Gobierno griego al Ejecutivo español plantea un mensaje diáfano: Apóstolos Mangouras carecía de título de capitán emitido por Grecia cuando tripuló el petrolero Prestige desde San Petersburgo, el 30 de octubre de 2002, hasta su avería el 13 de noviembre y posterior hundimiento frente a las costas gallegas. Hasta ahora, el Ejecutivo español había dudado de la validez de la documentación del capitán. Esta novedad es interpretada así por técnicos del Gobierno consultados ayer: Mangouras no podía gobernar el viejo petrolero cargado con 77.000 toneladas de fuel ya que el permiso que le otorgó Bahamas en septiembre de 2002 convalidó un título griego caducado (y por tanto sin validez) siete meses antes.

Los documentos del sumario que se instruye en el juzgado de Corcubión (A Coruña) por esta tragedia ecológica reflejaban hasta ahora los siguientes hechos: el Ministerio de Marina Mercante griego emitió en noviembre de 2000 un certificado a Mangouras sobre su título de capitán que expiraba el 1 de febrero de 2002. Sin embargo, las autoridades de Bahamas le expidieron el 19 de septiembre de 2002 un permiso de tres meses para gobernar buques de su bandera, ya que el Prestige portaba dicho pabellón de conveniencia.

Distintos expertos y juristas del ámbito estatal y privado consultados ayer interpretaban que tal permiso era una homologación de su título supuestamente expedido en Grecia y que se concedía a expensas de que ese título oficial helénico existiese y fuese renovado.

No en vano, Bahamas se acogía al convenio internacional de esta materia de 1978, que es justamente en el que descansaba el título helénico expirado en febrero de 2002. Ahora, la noticia que le llega al Gobierno español es que el título ya no existía en Grecia desde dicha fecha. Y no existía porque caducó en febrero de 2002, cuando entraba en vigor el nuevo convenio, en su versión aprobada en 1995, firmado por todos los países suscriptores y al que debían adaptarse todos los títulos. Según el Gobierno de Grecia, Mangouras no renovó su título en este país.

El Gobierno español se ha encontrado así con la confirmación de algo más grave de lo que suponía. Los sabuesos del Ejecutivo andaban buscando qué tipo de reconocimientos médicos había pasado Mangouras para saber si había renovado o no su título y, en caso afirmativo, comprobar qué exámenes había superado. El mensaje del Gobierno griego al Gobierno español refleja lo siguiente:

"De acuerdo con nuestra reciente correspondencia, referente a la certificación del marino Apóstolos Mangouras, le informamos de lo siguiente:

- Según nuestros archivos, no existen certificados de acuerdo a la regulación V/1 del Convenio Internacional STCW de 1978, en su versión corregida (1995), que hayan sido emitidos por la Administración griega.

- Mangouras no ha solicitado a la Administración griega, a fecha de hoy, el preceptivo certificado de acuerdo con el Convenio Internacional de STCW de 1978, en su nueva versión, ni hay registros médicos sobre su salud".

Esta noticia abre una nueva vía en la batalla jurídica. Presumiblemente, la defensa de Mangouras, ilocalizada ayer, intentará demostrar la validez del permiso provisional extendido por Bahamas y el valor de los distintos cursos sobre aspectos de la navegación realizados en Chipre y Grecia por Mangouras en el verano de 2002. Pero todos estos documentos son considerados papel mojado por técnicos del Estado español, e incluso por algunos letrados neutrales.

Este hecho, de confirmarse, según la interpretación que hacen los técnicos del Ejecutivo español, tendría una repercusión jurídica de gran calado: se rompería el techo de indemnización establecido por el vertido de fuel del petrolero, ya que habría un serio indicio de "grave negligencia" por parte del armador por haber contratado para gobernar su buque a un patrón que carecía de la debida titulación. Por tanto, según este análisis, el viejo buque no estaría en condiciones de navegación. Sería innavegable. Los expertos consultados plantean lo siguiente: "Bahamas deberá explicar ahora contra qué documentación ha expedido su convalidación, o qué papeles ha revisado o utilizado para expedir una autorización provisional para ejercer de capitán de un buque petrolero abanderado por su país".