Iztueta desoye la propuesta de los sindicatos

Los sindicatos llegaron a un acuerdo verbal con el anterior viceconsejero de Educación Alfonso Unceta, cuando Inaxio Oliveri dirigía Educación (1994-2001), para modificar el sistema de sorteos de plazas vacantes y buscar otras alternativas. Sabin Intxaurraga, durante su breve mandato al frente de la consejería (en 2001), también se impuso ese objetivo como prioritario.

La actual consejera, Anjeles Iztueta, no ha asumido aquel pacto. Ha preferido introducir algunas leves mejoras en el sistema. "Pero el proceso sigue siendo ignominioso, atenta contra la salud del profesorado", señala Javier Nogales, representante de Comisiones Obreras, el sindicato mayoritario.

Unos 5.000 profesores, una cuarta parte de todos los del sistema educativo vasco, deben someterse cada año a este proceso. La mayoría son sustitutos, la clase baja de los profesores, por debajo de funcionarios, propietarios que han perdido su plaza, provisionales, quienes han pasado la OPE y deben hacer prácticas, y los interinos estables.

Hay un largo listado de deficiencias criticadas este año por los sindicatos: "No hay una lista única ni un programa informático común para los tres territorios, no hay una programación territorial homogénea...". A este hecho se añade la circunstancia de que en Vizcaya y Guipúzcoa siguen vacantes desde julio los cargos de delegado territorial de Educación, pese a que el curso ya ha empezado. La consejera Iztueta aseguró el lunes pasado que los nuevos delegados serían designados "en una o dos semanas".

"La clave para acabar con esto de una vez debe estar en el curso anterior", repiten los sindicatos; en lo que denominan "arreglo escolar". Es decir, que cada instituto o centro de FP, en función de su experiencia, entregue para junio un listado lo más aproximado posible de los profesores suplentes que necesita.

Así no habría que esperar a finales de julio, cuando acaba la fecha para la matriculación del alumnado, para confeccionar las listas. Y, en vez de adjudicar las plazas dos días antes de la incorporación de los profesores a sus centros, como ahora, se podría adelantar varios meses el proceso.