Medio millar de manifestantes contra la globalización
Medio millar de globalifóbicos, en su mayoría estudiantes mexicanos, trataron ayer de forzar el paso hacia la franja de hoteles donde se encuentra la sede de la Organización Mundial de Comercio, que hoy inaugura sus sesiones con cerca de 7.000 delegados, funcionarios y periodistas. No pudieron conseguirlo al toparse con las barreras policiales. Los manifestantes, que lanzaron piedras y gritaban consignas, forman parte del contingente de varios miles de personas que acudió al balneario caribeño para protestar por las posiciones de la OMC y las políticas estadounidenses.
Paralelamente, cientos de indígenas mexicanos, simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), se sumaron a los rebeldes. "Venimos a hacer oír nuestra voz de protesta ante los dueños del poder mundial", explicó el dirigente indígena José Martínez. Los indígenas salieron el lunes, en autobuses, desde diversas aldeas del Estado de Chiapas, donde en enero de 1994 se alzó la guerrilla liderada por el subcomandante Marcos.
"En nombre del zapatismo, les decimos desde ya a la OMC, a las transnacionales, al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a Estados Unidos que están perjudicando a los campesinos y a los pobres de la Tierra", agregó Martínez.
Por su parte, el activista francés antiglobalización José Bové se desplazó al pueblo de Cancon, en el suroeste de Francia, para participar en la contracumbre de Cancún. "Para mí, es tan importante estar en Cancon como en Cancún", declaró Bové, a quien la justicia francesa prohibió salir de Francia. El pueblo elegido es parecido al mexicano, aunque lleva la palabra con, que en francés significa pendejo.
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