Los expertos rechazan que la democracia digital sustituya a la representativa
Vivimos en la era de la información, pero la ciberdemocracia no tiene visos de llegar. Al menos en España. Esta semana, en los cursos de la Universidad Complutense, un grupo de prestigiosos politólogos coincidieron en que no se puede permutar la democracia representativa por la cibernética y que Internet debe seguir usándose como fuente de consulta.
"Con la tecnología actual somos capaces de organizar un referéndum sobre la pena de muerte en 48 horas y saber los resultados en 10 minutos", calcula Fernando Harto de Vera, profesor de Ciencia Política en la Complutense y director del curso La política en la sociedad de la información. "Y si en ese tiempo se produce un atentado, la opinión pública votaría sí a la pena de muerte, algo que a la mayoría nos repugna", dice. A su juicio, las tecnologías no deben emplearse para celebrar referendos, sino como mecanismos de debates públicos que puedan transformarse en decisiones políticas. El problema estriba en que los principales usuarios de Internet "son los jóvenes que antes jugaban al billar o mataban marcianos", señala. "Se dice que donde hay un cómic mañana habrá un libro y puede que las cosas cambien, pero hoy por hoy una gran parte de la población se queda sólo en contenidos de ocio muy limitados", añade.
Gran Hermano
"No porque la gente esté más informada se va a constituir una sociedad de ciudadanos capaces de decidir", opina Antonio Elorza, catedrático de Ciencia Política en la Complutense. "Se tiene acceso por Internet al Plan Hidrológico Nacional, pero la gente está chateando". Fernando Vallespín, catedrático de Ciencia Política de la Autónoma de Madrid, dice que Internet es "una especie de Gran Hermano" que te observa y ofrece a cada usuario cosas según los gustos.
Con ironía, Elorza critica las webs de los partidos: "Los políticos contestan a las preguntas de los ciudadanos como si fueran Rappel. Tienen un equipo que lo hace y es todo una ficción. Deberían contestar ellos". Esteban Gónzalez Pons, ex presidente de la Comisión Especial sobre Redes Informáticas del Senado, no esquiva la crítica: "Los políticos vamos muy detrás de la sociedad en la adaptación a las nuevas tecnologías de la comunicación y a Internet". Y encuentra una explicación: "Uno de los principales problemas para el desarrollo de la democracia digital es que los políticos están tranquilos porque hay un 100% de alfabetización e ignoran cuál es nuestro grado de alfabetización digital".
Vallespín no tiene claro el voto digital: "Cuanto menos costoso es emitir una opinión, menos importancia se da al resultado. La democracia se desvirtúa". Internet es "muy útil para la política local, porque el ciudadano sabe de lo que se está debatiendo, pero para la política de grandes dimensiones es mejor que se dedique a ello un profesional".
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