Justicia para Luis Buñuel

Empeñados como están algunos en elevar la discusión sobre el rodaje de la película de Carlos Saura El séptimo día (sucesos de Puerto Hurraco), sacan ahora a colación a Luis Buñuel.

No conformes con haber señalado un nuevo hito en el maniqueísmo metafísico, a saber: nosotros (los responsables de la producción) estamos en posesión de la verdad y defendemos la libertad de expresión; ellos (ciertos políticos extremeños) nos "censuran" y "son los mismos que todavía reniegan de Buñuel y de su visión de Las Hurdes". (EL PAÍS, 15 de agosto de 2003).

Pues bien, señores míos, y únicamente a título informativo: una de las primeras exposiciones que organizó el MEIAC (Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo), inaugurado en 1995 por el presidente Rodríguez Ibarra, fue la referida a Las Hurdes, tierra sin pan y a los pormenores -el contexto- del filme de Luis Buñuel. Exposición que recaló en el IVAM valenciano antes de viajar al Centro de Documentación de Pinofranqueado, en el corazón mismo de la comarca hurdana (no oculto el dolor que vi reflejado en el rostro de algunos vecinos del lugar aquel día).

Si no es suficiente, ahí va otro dato: entre los primeros rollos de película que guarda la recientemente creada Filmoteca de Extremadura, se encuentra una copia de Las Hurdes, tierra sin pan. Sigan, pues, defendiendo sus planteamientos, pero no se escuden en Luis Buñuel, por favor.