El nuevo carné por puntos pone orden en las carreteras italianas

La batalla parece ganada, de momento. De ser los más rebeldes de Europa, los automovilistas italianos se están convirtiendo en un modelo de disciplina y seriedad. Este pequeño milagro ha sido posible gracias al nuevo Código de Circulación que introdujo en Italia, en julio pasado, el sistema del carné de conducir por puntos.

Según el Ministerio del Interior entre el 30 de julio y el 6 de agosto, ha habido 425 muertos en las carreteras del país, 125 menos que en el mismo periodo del año anterior. En julio las multas por exceso de velocidad han sido 4.000 más que en el mismo mes de 2002.

En las carreteras y vías urbanas se respetan los límites de velocidad, las distancias entre vehículos y los conductores se ajustan el cinturón antes de ponerse al volante. La disciplina ha llegado a Nápoles, donde los motoristas huían del casco como de la peste y un tipo de talento patentó unas camisetas con el cinturón impreso que daban el pego en los controles.

El carné por puntos se puso en marcha con muchas reticencias y pánico. El modelo implantado ya en varios países europeos es simple. Cada conductor dispone de 20 puntos que debe administrar con cuidado, porque cada vez que comete una infracción pierde puntos, además de afrontar elevadas multas. Las sanciones más graves, que pueden significar la retirada del carné, son el exceso de velocidad (ir a más de 40 km/h de lo permitido), circular en fin de semana los grandes camiones, conducir en dirección contraria o huir en caso de accidente grave.

Multa al hijo de Aznar

La implantación de este carné el uno de julio fue caótico, pero a partir de ahí todo ha ido sobre ruedas, con los carabinieri salpicados por la red viaria. La nueva normativa afecta también a los conductores extranjeros, que se arriesgan a perder los 20 puntos del carné, y con ello la posibilidad de conducir en Italia, a menos que superen un nuevo examen de conducir, igual que los italianos.

De hecho, una de las primeras víctimas del nuevo código fue José María Aznar, hijo del presidente del Gobierno español, detenido cuando conducía un Porsche, a 160 kilómetros por hora en la autopista Florencia-Livorno por donde no estaba permitido circular a más de 90km/hora. Los agentes le reclamaron la documentación y le retiraron el carné de conducir, además de imponerle una multa de 343,35 euros.

Unos días después, el 7 de julio, la policía detuvo en las inmediaciones de Brescia (noroeste del país), a un infractor múltiple, al que retiró nada menos que 54 puntos, el equivalente a dos carnés y medio. El joven, de 20 años, dio positivo en el análisis de alcoholemia, una infracción grave penalizada con 10 puntos, los mismos que le costó un adelantamiento peligroso, a lo que se añaden siete puntos por conducir con exceso de velocidad por zona urbana y no llevar ajustado el cinturón. En total, 27 puntos de sanción, que la policía multiplicó por dos ya que el joven conductor tenía una experiencia de sólo cinco años al volante.