Greenpeace señala 37 puntos negros en el litoral valenciano y alerta contra la "fiebre urbanizadora"

El documento Destrucción a toda costa 2003, presentado ayer por la organización ecologista Greenpeace, denuncia la existencia de 37 puntos negros en el litoral de la Comunidad Valenciana y alerta de las consecuencias negativas que ello puede suponer, dado que constituye una agresión que puede acabar destruyendo la "gallina de los huevos de oro" que representa el turismo para la economía nacional. Así lo denunció María José Caballero, portavoz de la Campaña de Costas de la organización ecologista, al presentar el estudio, que alerta contra la "fiebre urbanizadora".

El informe hace un repaso de las mayores amenazas para el litoral debidas a las presiones ejercidas por las actividades humanas, y recopila datos sobre ocupación de la franja costera, nuevos proyectos de urbanización, puertos deportivos, ampliación de puertos comerciales, destrucción de playas, contaminación y vertidos.

Por lo que respecta a la Comunidad Valenciana, Greenpeace resalta que la expectativa creada por la promulgación de la Ley de Ordenación del Territorio ha disparado la recalificación y compra de suelo en la costa hasta unos niveles "insospechados". "Las macrourbanizaciones adosadas a campos de golf siguen en marcha, hay más de 50 proyectos, anunciados en una de las regiones con menores recursos hídricos de la península", dice Greenpeace, que ha contabilizado 21 complejos urbanísticos que destruirán casi 20 millones de metros cuadrados de franja costera. Sólo la llamada Ruta Azul, entre Valencia y Sagunto, afectará a 2,5 millones de metros cuadrados.

"Todas estas agresiones se traducen directamente en la desaparición de la costa", señala el informe, que asegura que "la Comunidad Valenciana ostenta el dudoso honor de ser la primera en cuanto a erosión costera". Las playas, el mayor atractivo turístico, pierden arena cada año, al tiempo que los episodios de contaminación se repiten, de forma que acaban desapareciendo "sin que las Administraciones asuman la responsabilidad que les corresponde y busquen soluciones reales a este problema".

El informe denuncia los proyectos de ampliación de puertos, tanto deportivos -como el de Xàbia y el de Campomanes, en Altea-, como comerciales, entre los que cita los de Sagunto y Castellón.

"Estamos destruyendo nuestra principal fuente de riqueza. Las Administraciones autonómicas y locales son las responsables de ello", declaró Caballero. "Debemos detener esta destrucción antes de que sea demasiado tarde. La conservación de la franja costera es la mejor garantía de nuestro futuro", añadió la responsable de la Campaña de Costas de Greenpeace.