El Año Dalí se adelanta
Una exposición en Santander recorre las etapas del artista y su interés por la ciencia y el teatro
El año que viene se celebra el Año Dalí en el centenario del nacimiento del pintor catalán. En Santander se puede contemplar desde hoy y hasta el 14 de septiembre un primer acercamiento con la exposición Salvador Dalí. Un creador ligado a su tiempo. La Fundación Marcelino Botín alberga en la nueva sala, que estrenó ayer, 77 obras cedidas por la Fundación Gala-Salvador Dalí de Figueres.
En la muestra destacan las 60 ilustraciones, acuarelas y dibujos que el polifacético pintor realizó para la Autobiografía de Benvenuto Cellini, El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha y para los Ensayos de Michel Montaigne. Se exponen 16 óleos en los que se muestra la trayectoria de la obra y el pensamiento del pintor desde 1923 a 1983, año en que dejó de pintar. "Es una exposición que ayuda a entender la vida del pintor porque se pueden observar sus etapas cubista y surrealistas, su interés por la ciencia y el teatro", explicó Montse Aguer, comisaria de la exposición y del Año Dalí.
"La muestra ayuda a entender la vida del pintor y su calidad de dibujante", según Aguer
Esta conmemoración se iniciará el próximo mes de octubre y se prolongará hasta finales del año 2005. "Hay tantas actividades y peticiones, que el Año Dalí se prolongará más de un año. Además, no sólo queremos mostrar al Dalí pintor, sino también enseñar al gran público otras facetas más desconocidas, como la del Dalí lector, escritor, escenógrafo, diseñador e ilustrador", explicó Aguer. La comisaria, que también es la directora del Centro de Estudios Dalinianos, dijo que les gustó la idea de poder participar en el estreno de la nueva sala de exposiciones y que al mismo tiempo era una buena forma para anunciar el Año Dalí.
La Fundación Marcelino Botín, fundada en 1964, inaugura así una nueva sala de exposiciones en el centro de Santander (Marcelino Sanz de Sautuola, 3), a escasos metros de la sede central de la Fundación. La sala, diseñada por el especialista en diseños museográficos Juan Ariño, pretende lograr la neutralidad absoluta para que el protagonista sea la obra expuesta y no el espacio diseñado.
Al entrar en la sala, que cuenta con dos pisos, se puede ver la única escultura de Dalí presente en la exposición, Busto retrospectivo de mujer, una obra surrealista de 1970, reproducción de un original de 1933, que tuvo gran éxito de crítica y público cuando se presentó en la Exposición Surrealista. La única escultura llena el espacio central de la planta baja, en la que sobre las paredes se han colgado los óleos seleccionados por Aguer para mostrar la trayectoria del polémico pintor ampurdanés. En una pequeña sala de la planta baja y en toda la segunda se puede ver lo que la comisaria considera la parte más destacada de la exposición. Son las 60 ilustraciones que Dalí realizó para la Autobiografía de Benvenuto Cellini (25), de quien le sedujo el surrealismo de su autobiografía y su pasión por la orfebrería. Las 20 del El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, que marcaron su vida desde joven y que llevaron a su padre a decirle: "El delirio del Quijote te aboca a tu delirio". El próximo año se publicará una obra del Quijote del ensayista catalán Martín de Riquer, con ilustraciones de Dalí. También se exponen 15 ilustraciones de textos que el propio pintor seleccionó de los Ensayos de Michel Montaigne. Estas ilustraciones se han visto muy poco y revelan la gran calidad del artista como acuarelista y dibujante, a la vez que muestran su gran conocimiento del Renacimiento. Aguer destacó que con estos dibujos y acuarelas se deja ver el gran interés de Dalí por pintores como Rafael, Miguel Ángel e Ingres. El otro contenido de la exposición son los óleos. En su primera época, Dalí se centró principalmente en su familia y en el paisaje que le rodeó. El cuadro Cadaqués visto desde la Torre de les Creus, de 1923, de una óptica cubista, es un ejemplo. También se pueden ver óleos de la época surrealista del pintor como Carne de gallina inaugural, de 1928; Pan antropomórfico, de 1932, y Hombre con la cabeza llena de nubes, de 1936, que muestran al Dalí surrealista y onírico, misterioso y sugerente al mismo tiempo. En sus inicios, el pintor catalán se mostró como un artista apasionado por la investigación, la experimentación y el deseo de ir más allá en los procesos creativos. Bodegón, de 1924-25; Mujer sentada en un sillón, o El caballero de la muerte, de 1934, son algunos de los cuadros que muestran esta época. En la década de los cuarenta, con su estancia ininterrumpida en Estados Unidos, desarrolló gran interés por el cine, el teatro. En los sesenta y setenta, el pintor aumenta su interés por el mundo de la ciencia, y en los ochenta, su entusiasmo por Miguel Ángel y Velázquez, según Aguer. La exposición (visita gratuita y con un programa didáctico para niños los jueves del mes de agosto) va acompañada de un catálogo con la reproducción de las obras del montaje y ensayos deJorge Wagensberg y Juan Manuel Bonet, además de tres escritos de Dalí y una biografía del artista.
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