Kirchner abre los archivos secretos por el caso de la Embajada israelí
El presidente argentino, Néstor Kirchner, decidió ayer por decreto abrir los archivos de las fuerzas de seguridad a los investigadores de los atentados contra la sede de la Embajada de Israel en Buenos Aires, en 1992, y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en 1994, que causaron en conjunto 115 muertos. El rabino Abraham Cooper, portavoz del centro Simón Wiesenthal, dijo además que "también se abrirán los archivos vinculados con los criminales de guerra nazis".
Un día antes de viajar a Estados Unidos para una visita oficial de dos días, que incluye un encuentro esta tarde con George W. Bush, el presidente argentino firmó el decreto prometido el pasado viernes, cuando se cumplieron nueve años del atentado a la AMIA. Los representantes de la comunidad judía consideran que "por primera vez" en más de diez años las palabras son seguidas por hechos. En la audiencia, Kirchner les dijo: "La Embajada de Israel y la AMIA son nuestras Torres Gemelas, sólo que sin aviones".
La decisión incluye los archivos de la Secretaría de Inteligencia del Estado, de la Policía Federal, de la Prefectura Naval, de la Gendarmería y de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Los documentos, hasta ahora secretos, son casi la última esperanza para encontrar alguna evidencia que permita probar de forma indiscutible la colaboración de la llamada "conexión argentina" con los ejecutores del atentado, presuntamente iraníes llegados al país pocos días antes y fugados poco después.
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, aseguró que también se abrirán los archivos de la Dirección Nacional de Migraciones para poder investigar el ingreso y egreso de personas al país en la época del atentado.
Dos años de juicio
A cuatro meses del final del juicio que se sigue desde hace casi dos años contra el principal acusado, Carlos Telleldín, el propietario de la camioneta supuestamente utilizada como cochebomba en el atentadode la AMIA, los abogados de las víctimas y los fiscales coinciden en que no hay pruebas para condenar a los policías imputados por algo más que la extorsión a Telleldín y otros delitos menores.
Kirchner se comprometió también a trasladar a los jueces federales los reclamos de extradición de los acusados por crímenes de guerra que supuestamente se ocultan todavía en territorio argentino, como Ivo Rojnica y Bruno Canela.
A su vez, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas ratificó la denuncia por "incumplimiento de los deberes de funcionario público" contra el ex canciller Carlos Ruckauf, que había enviado una carta pidiendo "disculpas al Gobierno de Irán" luego de que el juez Juan José Galeano reclamara la detención de cuatro ex funcionarios sospechosos de colaborar con los ejecutores del atentado. Según Ruckauf, ministro del Interior en 1994, cuando se produjo el atentado, su intención era "aclarar que se trataba de un fallo judicial por actos terroristas y no de un conflicto entre países".
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