EE UU deporta a Cuba a los secuestradores de un barco
Por primera vez desde que Fidel Castro llegó al poder, el Gobierno norteamericano deportó ayer a la isla a un grupo de cubanos que secuestró un barco para viajar ilegalmente a EE UU. El asalto por la fuerza, ocupación y traslado de la nave, propiedad de la empresa estatal GeoCuba, se produjo el 15 de junio en Nuevitas, 600 kilómetros al este de La Habana, y en él participaron 13 personas, que tomaron de rehenes a tres vigilantes. Las autoridades cubanas se han comprometido con EE UU a juzgar sólo a los principales organizadores del secuestro y también a que las condenas que se les impongan no superen los 10 años de cárcel.
La deportación de los 13 secuestradores de Nuevitas marca un hito en las relaciones entre ambos países. Según Cuba, la devolución de estas personas y de la embarcación Gaviota 16, unida a la "acción reciente de someter a juicio y declarar culpable al secuestrador de un avión de pasajeros cubano AN-24, con 51 personas a bordo" -incidente ocurrido en marzo-, "constituye una valiosa contribución por parte de EE UU a la lucha contra el secuestro de naves aéreas y marítimas para la emigración ilegal con el empleo de la violencia y la fuerza".
Mano blanda
Hasta ahora, EE UU había tenido una política de mano blanda con los cubanos que secuestraban barcos y aviones para abandonar su país. En casi todos los casos, los implicados fueron puestos en libertad al llegar a territorio norteamericano. Jamás se había deportado a nadie. Según La Habana, esa actitud, además de violar el espíritu de los acuerdos migratorios suscritos por ambos países en 1994 y 1995, servía de estímulo para nuevos hechos violentos.
En un principio, EE UU sugirió que lo sucedido con la nave Gaviota 16 no era un secuestro, sino un robo. Sin embargo, tras ser interceptados sus ocupantes por el Servicio de Guardacostas, se comprobó que los tres custodios habían sido encapuchados, amarrados y trasladados en contra de su voluntad.
El domingo, EE UU comunicó su decisión de repatriar al grupo. Cuba se comprometió a no juzgarlos por "salida ilegal del país" y a que las condenas a los principales responsables del secuestro no superasen los 10 años de cárcel.
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