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La mayoría de los alumnos de selectividad suspendió las Matemáticas

Los expertos advierten de que el futuro científico-tecnológico de España "está en peligro"

Carmen Morán Breña

Lo han dicho expertos españoles e internacionales en el Senado: la formación científica de nuestros estudiantes no sirve para asegurar un futuro de progreso en España. Y lo ratifican las calificaciones obtenidas en la selectividad este año. A título de ejemplo, la nota media en Matemáticas de los estudiantes catalanes en esta prueba ha sido un 3,85; un 4,43 en Química y un 4,48 en Física. En la otra punta del país, Huelva, aprobaron Matemáticas 166 alumnos y suspendieron 249; parecidos resultados en Física y Química, mientras que el Latín lo aprobaron 167 y recibieron cate 69.

En septiembre de 2001 se creó una ponencia en el Senado por la que han pasado expertos científicos, tanto españoles como extranjeros, para explicar la "grave" situación por la que atraviesa la "desastrosa" formación científica en España. Después de casi dos años de trabajo, conferencias, votaciones, se concluyó la ponencia y se publicaron sus resultados y recomendaciones. Se ha pedido en este tiempo, aprovechando que se tramitaba la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE), que, entre otras medidas, se programaran más horas para las asignaturas de ciencias, y así se aprobó.

Concluido el caso en ámbitos políticos, la alarma ha vuelto a saltar en el terreno académico: la selectividad. Haciendo una cala por varias universidades de España, el panorama en ciencias es desolador y así lo demuestran las notas en esta prueba preuniversitaria. Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales en la Autónoma de Madrid: 4,75 de media; 4,1 en la Politécnica, también de Madrid; 312 aptos de 832 que se presentaron en la Carlos III y un 4,6 en la Universidad del País Vasco. Las Matemáticas II en la Universidad de Valencia obtuvo una nota media de 4,98, y en la Politécnica de esta misma ciudad, 4.95. No corren mejor suerte la Física, la Química, y sí sale algo mejor parada la Biología, en general. En la Universidad Miguel Hernández, de Alicante, la media en Física fue de 4,64. En la Universidad de Cádiz sacaron una media en Física de 4,93, un 4,47 en Matemáticas II y un 5,04 en Química. Cuando los datos son mejores, rara vez alcanzan el 6.

Los datos de Galicia son del año pasado, pero los resultados son semejantes a los anteriores: en Física, un 4,01 en junio y un 3,9 en septiembre; en Química, 4,47 y 4,25; el Latín, el Dibujo Técnico, el Francés o el Análisis de texto filosófico alcanzaron o superaron el 6. Con estos mimbres no es extraño que el presidente de la Sociedad Española de Física, Gerardo Delgado, afirme sin pestañear: "Hemos perdido los últimos 25 años para la ciencia. Nuestro futuro está en peligro. O desarrollamos la capacidad en ciencia y tecnología o nos quedamos atrás". Él ha sido uno de estos expertos que han trabajado con los senadores para explicar la situación de la ciencia académica en España. Y concluye, así lo piensan también muchos otros de los que han colaborado con el Senado, que estamos "ante un analfabetismo científico total; analfabetos científicos entre la población en general y una mala formación entre los que se van a dedicar a las ciencias".

Es necesario, así lo recoge la ponencia aprobada por unanimidad en el Senado, que se refuercen cuanto antes estas enseñanzas, que se replantee la formación inicial y permanente de los futuros maestros que explicarán estas materias a los niños, que se incrementen las horas para la ciencia y, sobre todo, para la práctica de la ciencia en los laboratorios escolares, que se divulgue ciencia.

Materias "descafeinadas"

"Ahora parece que el problema es si hay o no Religión, cuando lo que necesitamos es gente preparada para el futuro. Hay algunas asignaturas descafeinadas y lo que se necesita es aprender ciencias en profundidad", dice Delgado.

La otra gran preocupación de los expertos son las desatrosas notas obtenidas en selectividad, la escasa motivación que demuestran los estudiantes por las asignaturas de ciencias, que les suponen un lastre desde pequeños, "la falta de interés". "Se están alejando de la belleza de la ciencia. No sólo no aprenden Física, por ejemplo, sino que la obvian. Ahora se entra en la universidad con 18 años, uno más que antes, y llegan con una formación desastrosa", añade Delgado. Tanto es así que en muchas facultades de ciencias se plantean imponer un curso cero para dar un primer barniz antes de entrar en serio en la carrera, en la asignatura. En algunos casos ya se hace.

Delgado y otros compañeros suyos que también han participado en la ponencia del Senado, como Carlos Pico, de la Sociedad de Química, el matemático Miguel de Guzmán, Carlos Andradas, también de la Sociedad Matemática Española y ahora vicerrector de Investigación de la Universidad Complutense, todos, coinciden en que esta situación hay que cambiarla. "Las sociedades científicas estamos para algo, para ayudar. Amamos este país tanto como los políticos, que nos consulten, estamos dispuestos a ayudar, porque, si esto no cambia, vamos a ser exóticos en Europa", lamenta Delgado.

Para empezar, enviarán un documento a la Administración central y a las autónomas en el que explican cómo está la situación, y sugieren algunas soluciones. "Pediríamos que lo tomen en serio", dijo Delgado.

Este texto se ha elaborado con información de Begoña Aguirre (Madrid), Mar Padilla (Barcelona), Reyes Rincón (Sevilla), Iker Seisdedos (Bilbao), Juan Manuel Játiva (Valencia) y Primitivo Carbajo (Vigo).

Un grupo de alumnos repasa sus apuntes antes de hacer la selectividad, el pasado junio, en la Complutense.
Un grupo de alumnos repasa sus apuntes antes de hacer la selectividad, el pasado junio, en la Complutense.ULY MARTÍN

Ni una medalla de bronce

Una forma de medir la preparación científica de los estudiantes son las olimpiadas internacionales que se organizan sobre Física, Química y Matemáticas. Cada país compara sus fuerzas con los otros, y las demostradas por los españoles no son muchas. La de Física de este año ha sido calamitosa.

Hay que aclarar, antes de nada, que entre esos países hay algunos que practican lo que los científicos denominan "dopaje", es decir, que se preparan férreamente para dejar alto el pabellón y salvar la cara ante el espejo internacional.

Pero también participan en estos concursos académicos países de nuestro entorno más cercano, de probada seriedad, ante los que los alumnos españoles quedan empequeñecidos.

A estas pruebas concurren alumnos seleccionados entre los mejores que han concluido el bachillerato, explica el presidente de la Sociedad Española de Física, Gerardo Delgado, y que ya han pasado eliminatorias regionales y nacionales. Además de quedar en un puesto muy alejado del primero, "manifiestan las mayores dificultades en asuntos prácticos". "En algunas pruebas te dan aparatos de laboratorio para, a partir de ellos, resolver problemas e inventar soluciones, y algunos de nuestros alumnos ni saben enchufar un osciloscopio, ni manejar un polímetro, ni ver si en una red hay electricidad...". Ése es uno de los grandes problemas, por eso los expertos insisten en que hay que poner horas de laboratorio semanales obligatorias.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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