Sectores cercanos a Putin critican el acoso a Yukos

El acoso a la petrolera Yukos -que ha puesto en la mira del Kremlin al multimillonario Mijaíl Jodorkovski, que la encabeza- ha suscitado críticas no sólo en los medios empresariales, sino también en algunos sectores cercanos al presidente Vladímir Putin y en la mayoría de los analistas. También ha obligado al jefe del Gobierno, Mijaíl Kasiánov, a hacer declaraciones asegurando que no serán revisados los resultados de las privatizaciones, lo que viene a ser un apoyo indirecto a Jodorkovski, ya que la persecución de Yukos por parte de la fiscalía es interpretada como un intento de revisar esos resultados. Pero, a pesar de las presiones que está sintiendo Putin, éste por el momento no ha dado ninguna señal clara de que dejará en paz a Jodorkovski y su imperio.

Arkadi Volski, líder de la Unión de Industriales y Empresarios, fue recibido por Putin a finales de la semana pasada. El tema principal fue "las relaciones entre los negocios y el poder", es decir, la crisis que en los medios económicos y políticos ha desatado la situación de Yukos. Volski, en nombre del mundo de los negocios rusos, transmitió a Putin su preocupación por "los incesantes intentos" de poner en cuestión los resultados de las privatizaciones realizadas en el régimen de Borís Yeltsin. Los empresarios, según dijo Volski, estiman conveniente aprobar una ley que limite a tres años el plazo para recurrir ante los tribunales la legalidad de las privatizaciones.

Además de Volski -que calculó las pérdidas del país a consecuencia del acoso a la petrolera en unos 20.000 millones de dólares, casi tres veces más que las pérdidas de las aerolíneas norteamericanas después del 11-S-, en defensa de Yukos han intervenido Andréi Ilariónov, asesor económico de Putin, y Ela Panfílova, consejera de derechos humanos del presidente. La gran mayoría de los analistas considera que las acciones de la fiscalía están haciendo un gran daño a la imagen del país y al clima económico.

La causa principal reside en que Putin no parece dispuesto a intervenir para poner fin a los ataques de la fiscalía, que asegura tener abiertos siete casos criminales de una u otra forma relacionados con Yukos y que se niega a poner en libertad condicional al multimillonario Platón Lébedev, uno de los principales accionistas de Yukos y mano derecha de Jodorkovski.