Tempranillo para todos
Pasear por los calados de Heredad de Ugarte es una visita reconfortante para el cuerpo y la mente, en especial si en el exterior el termómetro se sitúa por encima de los 35 grados. La paz y tranquilidad en la que descansan las botellas de vino se transmite al visitante. Pero estos calados también transmiten el trabajo y el esfuerzo de unas gentes del vino que, a pesar de llevar toda la vida elaborándolo y comercializándolo, empiezan ahora una nueva aventura empresarial. Estar siempre próximo a los gustos y expectativas del consumidor final es la seña de identidad de la casa y ello se demuestra en la posibilidad que ofrece a su clientela de envejecer en los propios calados de la bodega los vinos ya adquiridos. En todos ellos el tempranillo es el único protagonista, tanto en sus crianzas como en sus reservas.
Martín Cendoya es el nombre elegido para sus reservas, que, después de 24 meses en barricas de roble americano y francés, nos descubren un tinto con color rojo picota de media capa, con notas balsámicas, lácteos y especiados, y un paladar de entrada suave, armónico y persistente.
Dominio de Ugarte es la denominación del crianza, el vino mas elaborado por la bodega. Sus características, de intensidad suave, amable y profundo, perfectamente definidos por sus responsables, buscan ese nicho de consumidores que quiere disfrutar del vino a diario.
Los nuevos proyectos de la bodega pasan por elaborar un vino blanco de la casta malvasía, que tan buen resultado esta dando a otros bodegueros de la zona, así como el varietal de moda en Rioja, el graciano, que si cabe aportará mas frescor y complejidad a los nuevos mostos.
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