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Reportaje:

Nace el nuevo Sant Pau

Miquel Noguer

El hospital de Sant Pau de Barcelona se dispone a abandonar los pabellones modernistas que han marcado buena parte de su historia para trasladarse al vecino y nuevo edificio, que hoy quedará inaugurado oficialmente. Las nuevas instalaciones, de las que hoy se pone en marcha la primera fase, están situadas detrás del actual hospital, en la calle de Mas Casanovas, y tienen 36.000 metros cuadrados.

Se trata de un luminoso edificio de seis plantas y dos niveles subterráneos que desde septiembre albergará las consultas externas, las 110 plazas de hospital de día y 20 quirófanos.

Este edificio es sólo la primera fase de un proyecto que debe estar listo en 2006 y que también prevé trasladar las más de 600 camas del hospital a las alas que se están construyendo en la parte trasera y que se dispondrán en forma de abanico conectadas con el nuevo edificio.

El nuevo complejo sanitario, que costará 217 millones de euros, será financiado por la Generalitat, que mantiene su compromiso de acabar las obras en tres años. Cuando esté finalizado, sus responsables esperan poner en marcha un modelo de hospital más especializado y basado en una reducción del número de camas. Esto será posible, explica el gerente del centro, Josep Antoni Grau, "con la ampliación de los servicios de cirugía ambulatoria y con una mayor apuesta por el hospital de día".

También será el hospital de las nuevas tecnologías. Las historias clínicas, por ejemplo, podrán consultarse en un futuro a través del sistema informático. Mientras esto no llega, los documentos en papel serán trasladados desde el almacén del sótano y hasta la consulta mediante un sistema robotizado.

Con el traslado de los primeros servicios al nuevo hospital se dejará libre una parte de los 12 pabellones diseñados por Lluís Domènech i Montaner, una de las obras cumbre del modernismo barcelonés. Ahora la Muy Ilustre Administración, el órgano integrado por el Ayuntamiento de Barcelona y el Obispado, titular del reciento modernista, iniciará conversaciones con otras instituciones para decidir los usos futuros de las dependencias desocupadas. De momento ya está claro que uno de los pabellones albergará un museo de la medicina y algunos otros se destinarán a docencia.

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La fachada del edificio principal del hospital de Sant Pau, ayer a mediodía.
La fachada del edificio principal del hospital de Sant Pau, ayer a mediodía.JOAN SÁNCHEZ

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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