¿Dónde está Míriam Tey?

Míriam Tey cumple hoy 100 días como directora general del Instituto de la Mujer. En su balance hay un antes y un después del 17 de mayo, cuando se difundió que la editorial El Cobre, de la que es copropietaria, había publicado en marzo el libro de relatos de Hernán Migoya Todas putas, calificado de apología de la violación por sus detractores. Eso motivó una cascada de críticas y peticiones de cese por considerar que su trayectoria como editora la inhabilitaba para defender a las mujeres. También se produjeron manifestaciones a favor de la editora y en defensa de la libertad de expresión.

Desde entonces, Tey ha evitado las comparecencias públicas. Ha cancelado su asistencia a un congreso sobre violencia doméstica y declinado explicar en el Parlamento el IV Plan de Igualdad de Oportunidades, espina dorsal de su tarea.

La gestión del instituto está paralizada desde que saltó la polémica. Así lo afirma Ángeles Álvarez, portavoz de la Red de Organizaciones Feministas, una de las entidades que ha pedido el cese de Tey con más ahínco. En medios próximos al Instituto de la Mujer también se reconoce el parón que padece el organismo.

El jueves y ayer, Tey evitó asistir al congreso sobre malos tratos organizado por el Observatorio sobre Violencia Doméstica, organismo integrado por el Consejo General del Poder Judicial y los ministerios de Justicia y Trabajo y Asuntos Sociales. Había comprometido su presencia antes del escándalo. Pero sí fue a unas jornadas sobre discriminación salarial, con lo que eludió las protestas de las feministas. El 27 de mayo debía explicar ante la Comisión Mixta de los Derechos de la Mujer el plan de igualdad de oportunidades. Canceló su comparecencia.

La web del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales recoge la asistencia de Tey a cuatro actos oficiales anteriores a la polémica. Después no ha asistido a ningún otro, salvo el mencionado. También se ha detenido el ritmo de actos públicos de Zaplana vinculados a Asuntos Sociales.

Pese al anuncio de retirada del polémico libro, Todas putas ha permanecido en las librerías. A comienzos de junio comenzó a distribuirse la segunda edición, razón por la que se ha acusado a Tey de lucrarse con el escándalo.

El escándalo saltó el 17 de mayo y el Ministerio de Trabajo anunció ese mismo día que el volumen se retiraría de las librerías. El PSOE e IU pidieron la dimisión de Tey.

El 19 de mayo un centenar de trabajadores del Instituto de la Mujer (dos tercios de la plantilla) firmaron una nota en la que pedían que los responsables de la entidad tengan "la trayectoria necesaria para la responsabilidad que desempeñan".

Al día siguiente, siete directoras autonómicas de la mujer pidieron el cese inmediato de Tey. También insistieron en ello la Red de Organizaciones Feministas. Esa mañana, Tey reunió a los trabajadores del instituto: seguiría en su cargo hasta el 25 de mayo, día de las elecciones.

Después de ese día, Tey rehúye la esfera pública. Las feministas estaban dispuestas a pedir su dimisión en los actos a los que no ha acudido.