La Feria del Libro se rinde a Francisco Rico, al que dedica un doble homenaje

"A Cristo le crucificaron entre dos ladrones. Yo soy el ladrón crucificado entre dos cristos". Entre abrumado y divertido, así contestó ayer Francisco Rico (Barcelona, 1942) al elogio inmenso que le tributó el catedrático de Literatura Española Javier Blasco, que presentó el libro Francisco Rico. Premio de la provincia de Valladolid a una trayectoria literaria, editado por la Diputación de Valladolid.

Los cristos que flanquearon a Rico son contundentes: El itinerario de Cristóbal Colón (1451-1506), de Jesús Varela y de María Montserrat León, y Textos en la nieve, una antología del escritor y poeta sueco Artur Lindkvist (1906-1991), ambos editados también por la Diputación de Valladolid que, en ese festival de las letras, conquistó al personal con la biblioteca El Parnasillo, integrada, hasta ahora, por 115 volúmenes exquisitamente editados y de pequeño formato, que reúnen lo mejor de la poesía hispánica desde sus inicios hasta el origen de las vanguardias.

Alianzas adversas hicieron todo lo posible para que el acto casi naufragara: si se ponía el aire acondicionado en el Pabellón Martín Gaite no se oía y si no se ponía, el personal, que abarrotaba la carpa, se asfixiaba. La megafonía falló en varias ocasiones y resonaban más los altavoces de la feria que la voz de quienes intervinieron. A todo ello se sumó la imbatible algarabía de los chiquillos que cada mañana toman la feria.

Los hados fueron favorables, como siempre, a Francisco Rico, y cuando Javier Blasco tomó la palabra, todos los murmullos y ruidos se aplacaron y su voz sonó alta y clara: "Rico se ha convertido a sí mismo en la literatura. Y en una leyenda".

Blasco recorrió el libro-homenaje. Colaboran maestros y alumnos de Rico, que analizan sus principales aportaciones: la literatura medieval, Petrarca, el humanismo, la novela picaresca, la edición de textos. Cierra el volumen una bibliografía, en la que se recogen todos los libros y casi todos los artículos académicos de Francisco Rico a partir de 1963. Poner este libro en pie ha sido obra de Rafael Ramos y de Emilio Blanco.

Por las páginas de Francisco Rico. Una trayectoria literaria desfilan textos de nombres tan señalados como Pedro M. Cátedra, Íñigo Ruiz Arzálluz, Juan F. Alcina, Eugenio Asensio, José Carlos Mainer, Fernando Lázaro Carreter o Juan Benet.

Abre el volumen un artículo de uno de los más jóvenes alumnos de Rico, Javier Cercas, Literatura, en el que, para dar cuenta de la valía del profesor Rico, cita a Mario Vargas Llosa: "Su caso es raro. Un investigador al que la erudición no ha encallecido el gusto literario, un crítico que sabe que la buena crítica sirve a la creación y no se sirve de ella, y un especialista en la Edad Media y en el Siglo de Oro al que interesa y excita la literatura actual".

Rico posee, según Cercas, rigor y audacia. José María Micó, otro de los alumnos de Rico, que también interviene en el libro, destaca el trabajo del profesor en la edición de textos. Añade divertidas anécdotas, como cuando en 1960, Jaime Gil de Biedma, en presencia de Gabriel Ferrater, preguntó a Rico cuál era el verso más logrado de los primeros compases del famoso bolero Esta tarde vi llover. Y Rico, para pasmo y satisfacción de los presentes, contestó como una centella: "Vi gente correr".

Acabada la intervención de Blasco, Rico pronunció unas palabras, que quiso cortas, y citó, como despedida, unas líneas de Juan Benet, que aparecen en el libro: "...el profesor Rico -después de la clase- sonríe para sus afueras".

Y mientras en esa sonrisa estaba, le llegó a Rico el segundo e inesperado homenaje: la Sociedad de Estudios Latinos le entregó una placa por su labor de promoción y difusión. Y algo más, algo que le hizo mucha ilusión al profe: un roller de la casa Montblanc.

Y luego, los canapés. Satisfacción del presidente de la Diputación de Valladolid, Ramiro Ruiz Medrano, por la excelente acogida de sus libros; también de la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Inés Jiménez, con quien han coeditado el monumental Itinerario de Cristóbal Colón, y de, entre otros asistentes, Antonio Piedra, presidente de la Fundación Jorge Guillén, que hizo los honores de la colección El Parnasillo.