Los rusos seguirán sin poder viajar libremente a la UE
Moscú y Bruselas escenifican una buena relación formal sólo formal en la cumbre de San Petersburgo
Para integrarse en Europa a todos los efectos y poder viajar con libertad por el continente, los rusos tendrán que esperar de forma indefinida. Éste es el mensaje real con el que llegaban ayer a San Petersburgo los dirigentes de la Unión Europea. Éstos aprovechan los festejos del 300º aniversario de la ciudad del Neva para celebrar hoy, junto con sus homólogos de los países que se integrarán próximamente en la UE, una de las dos cumbres anuales con Rusia.
Anoche, sin embargo, la fiesta era protagonista y ésta daba comienzo con un velada de ópera y ballet dirigida por el maestro Valeri Guérguiev en el teatro Marinski. El marco no podía ser más agradable para el primer gran encuentro de jefes de Estado (más de cuarenta) desde la guerra de Irak. Sentados entre el selecto público, Jacques Chirac y Tony Blair conversaban intensamente antes de que Guérguiev empuñara la batuta.
Ninguno de los líderes europeos tenía problemas para otorgar un lugar entre las grandes ciudades del continente a la que Pedro I fundara en 1703 como ventana al mar y a Occidente. Sin embargo, una parte de los 15 miembros de la UE y de los 10 Estados recién admitidos sí tenía objeciones para otorgar a Rusia un trato de favor en relación a otros vecinos de la UE. El impacto de la ampliación al Este sobre Rusia es uno de los temas de esta cumbre, donde algunos de los representantes de los nuevos miembros tomarán hoy la palabra para convencer a Moscú de que no debe temer pérdidas económicas, sino incluso ventajas. El Kremlin se oponía en un principio a la prolongación automática del Tratado de Cooperación con la UE tras la ampliación.
Putin, que hubiera querido lograr un compromiso sobre la abolición de los visados, no logró que Bruselas le diera una fecha ni siquiera a medio plazo para plantearse la libertad de desplazamiento de los ciudadanos de la UE y de Rusia, necesitados hoy de ese documento para desplazarse de uno a otro entorno. El líder ruso había hecho reiteradas propuestas en este sentido e incluso había encontrado receptividad en algunos líderes de la UE, comenzando por el presidente de la Comisión, Romano Prodi; el jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, y sus colegas de España y Grecia. Los países nórdicos, en cambio, no querían ni oír hablar del tema y sus aprensiones ante una posible apertura de fronteras a Rusia, compartidas también por algunos candidatos, pesaron finalmente más, tal como lo demuestra el comunicado conjunto que la UE y Rusia suscribirán hoy en las dependencias del Palacio de Constantino, situado en el golfo de Finlandia.
Texto vago
El documento, que ha estado a punto de irse a pique durante sus preparativos, ha diluido finalmente todos los intentos de concretar una "política de abolición de visados" a largo plazo. A fecha de ayer, el proyecto de comunicado era un texto vago que, en relación a otros anteriores, había renunciado a mencionar la necesidad de hacer esfuerzos conjuntos para abolir los visados, así como a crear un grupo de trabajo que informe sobre los progresos en este tema a la siguiente cumbre bilateral. Ahora, en cambio, Rusia y la UE están de acuerdo en examinar las condiciones para viajar sin visado como una "perspectiva a largo plazo" y a emplear los márgenes de flexibilidad disponibles dentro del acuerdo de Schengen. Las referencias al intercambio de estudiantes, que fueron consideradas anteriormente, han desaparecido también.
En lo que a Chechenia se refiere, Putin consiguió un claro espaldarazo para su política en esa república. Los líderes de la UE no pretenden erigirse en garantes o defensores de los derechos humanos, sino que dejan esa función en manos de las autoridades rusas. "Expresamos la esperanza de que el proceso político iniciado recientemente, así como la reconstrucción económica y social, llevará a la restauración del Estado del derecho, promoviendo así la protección de los derechos humanos y la verdadera reconciliación en Chechenia", señala el borrador. Los dirigentes de la UE condenan "cualquier tipo de violencia, en particular actos terroristas, que puedan poner en peligro las perspectivas de una solución política". Los líderes de la UE se limitan a destacar que las organizaciones internacionales pueden hacer una contribución sustancial en cooperación estrecha con las autoridades rusas. Vistos desde la perspectiva de la cumbre de San Petersburgo, no hay gran diferencia entre el atentado ocurrido ayer en Pamplona y el de Grozni. En ambos casos, la explosión de una bomba se cobró la vida de tres personas. En el caso de Grozni, los civiles fueron víctimas de la violencia que iba dirigida contra policías.
Rusia no consiguió que la UE aceptara sus ideas para reestructurar la relación de Moscú y Bruselas mediante un nuevo organismo creado a semejanza del consejo Rusia-OTAN, pero la Unión Europea se hizo eco de los deseos de Moscú y acepta dar un rango permanente al actual consejo de cooperación e integrar a otros ministros, como los responsables de Justicia e Interior.
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