La caridad del guitarrista
LOURDES GÓMEZ | Londres
Los actos de caridad no son ajenos a las superestrellas, pero David Gilmour quiere sentar un nuevo precedente. El guitarrista de Pink Floyd donó el año pasado los beneficios de la venta de su mansión londinense a una fundación benéfica y anima ahora a sus colegas de profesión a sumarse al proyecto. "Vender una casa para crear un hogar", les insta a modo de eslogan.