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ELECCIONES 25M | Comicios municipales en Cataluña

Fernández Díaz acusa a Trias de acercarse a Porto Alegre, y a los socialistas de llevar Barcelona "al garete"

El PP catalán celebra su mitin central en un hotel tomado por agentes de seguridad

Miquel Noguer

Con José María Aznar dirigiéndole miradas de aprobación y ante 800 enfervorizados militantes del PP, el candidato a la alcaldía de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, subió ayer como nunca durante esta campaña el tono de su discurso contra socialistas y nacionalistas. Al candidato de CiU, Xavier Trias, le reprochó que se autodefina como un "socialdemócrata" y le acusó de hacer propuestas "más propias de Porto Alegre" que de una ciudad "como Barcelona". A los socialistas los acusó de haber llevado la ciudad y España "a la deriva" y de querer llevar a la primera "al garete".

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Fue el gran día de Alberto Fernández Díaz. Venía a visitarlo José María Aznar y reunía en un mismo mitin a Josep Piqué, algo que ha resultado infrecuente en los últimos días. No en vano el de ayer era el principal acto de esta campaña del PP catalán, un mitin para el que los dirigentes populares decidieron olvidarse de espacios abiertos, polideportivos o lugares públicos. Optaron por el más seguro comedor del hotel Barceló Sants, con 800 militantes en su interior, reservas anticipadas y todos ellos rodeados por decenas de agentes de seguridad que pretendían evitar cualquier suceso imprevisto.

En este entorno, Alberto Fernández repitió sus ejes centrales de campaña basados, precisamente, en más seguridad, menos impuestos y más atenciones a los mayores. Dejó aparte su conocido discurso sobre la inmigración para atacar más que nunca a sus contrincantes. La defensa que dice estar haciendo Xavier Trias de las políticas socialdemócratas y las propuestas que hace en este sentido molestan profundamente al candidato popular. Y ayer se lo hizo saber acusándolo de "hacer propuestas más propias de Porto Alegre que de Barcelona".

Pero a quien dedicó más tiempo fue a Joan Clos, alcalde de una ciudad que según Fernández, "es la más cara de España". Fernández Díaz arrancó no pocos aplausos al criticar la política impositiva y de seguridad de Joan Clos, a quien apodó como "el alcalde del millón de multas". No dejó de vincular a Clos con la política que hizo el PSOE en sus 14 años al frente del Gobierno español.

El alcaldable del PP bromeó con dos de las aficiones de Clos: navegar y pilotar avionetas. Y dijo que "si Barcelona, Cataluña y España han progresado ha sido gracias al viento favorable" del PP. Asimismo, aseguró que "el Clos navegante se olvida" de que cuando el PSOE gobernaba en España, "Barcelona no iba a la deriva, sino al garete y ahora navega en buena dirección". "El Clos piloto, al que le gusta sobrevolar la ciudad en avioneta, no se ha dado cuenta de que un alcalde tiene que tener los pies en el suelo", agregó.

El presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, también arremetió contra socialistas y nacionalistas a partes iguales y buscó el cuerpo a cuerpo con Pasqual Maragall. Según Piqué, Maragall, "dice lo que piensa y buscará acuerdos con CiU", pero otros dirigentes de su partido "procuran tenerlo lo más calladito posible" para evitar que diga lo que piensa. Piqué dio por hecho este pacto, ya que "a CiU lo que más le preocupa no es Cataluña, sino qué es lo que ha de hacer para mantener cuotas de poder", afirmó. "Por eso están tan dispuestos a llegar a cualquier tipo de acuerdo para no perder este poder que se han repartido PSC y CiU".

En cuanto a los socialistas, aseguró que una victoria de Maragall en las autonómicas sería "una catástrofe" sólo comparable, según él, "con lo que ya ha pasado en Baleares", donde gobierna el Pacto de Progreso. El descenso en número de turistas que ha sufrido la comunidad Balear fue el argumento que dio Piqué para rechazar un gobierno progresista. Si Maragall decidiera repetir este esquema, aliándose con ERC e ICV, Piqué cree que sólo serviría para "marginar a Cataluña para las grandes inversiones".

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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