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Análisis:EL OJO PÚBLICO | ELECCIONES 25M | El duelo de Asturias
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Un Gobierno sin complejos

"El Consejo de Ministros aprobó hoy dos leyes que suponen un cambio histórico", informó anoche, en el telediario de TVE Alfredo Urdaci, al referirse al apoyo a las familias numerosas y a los discapacitados anticipado por el Gobierno y aprobado ayer. Millones de espectadores de todo el país pudieron conocer a lo largo de la jornada los planes del Gobierno.

Es posible que las medidas que cada semana aprueba el Gobierno - "remedios" para una política antisocial lo llamó ayer José Luis Rodríguez Zapatero, según registró también la primera cadena- respondan a un plan predeterminado. ¿Qué ha pasado? No es difícil verlo: tanto la gestión del accidente del Prestige como, después, el apoyo del Gobierno a la invasión de Irak, coparon la escena política española durante los tres primeros meses de 2003. En esas condiciones, cualquier iniciativa gubernamental se diluía en el océano de la pasión que aquellos dos asuntos concitaron en la sociedad. La caída de Bagdad, el 8 de abril pasado, hizo saltar el tapón que tenía aprisionadas las reformas, y el Gobierno se lanzó a una gran bacanal.

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El Gobierno no tiene ningún complejo en aparecer comprando -en sentido figurado, por supuesto, y con el respeto debido- los votos de diferentes colectivos que pueden aportar su granito de arena el 25 de mayo de 2003. Recuerda un poco a esa película de los tres chiflados en la que para mantener funcionando la caldera del tren no hay madera que alcance.

Después del enfrentamiento social a raíz del decretazo, dirigido a reformar los beneficios de desempleo y de la decisión del Gobierno de echar marcha atrás ante una huelga general que llegó a calificar como inexistente, los ciudadanos pueden estar preguntándose por la gran conversión gubernamental. Aznar y sus colaboradores tienen su respuesta: utilizar métodos similares a los que el PSOE llegó a exprimir en 1993 para mantenerse en el poder. Lo que podrían llamarse las Armas de Destrucción Política (ADP): sin ir más lejos, las pensiones. Como dijo el jueves el ministro Eduardo Zaplana, si no hablas de las pensiones en una campaña electoral, ¿de qué hablas? Estuvo muy mal que los socialistas hicieran la campaña del miedo contra el PP en 1993; está muy mal, también, que ahora, en la recta final los populares también hayan caído en ello. ¡Sobre todo porque aquellas malas artes socialistas llevaron, en 1995, a aprobar en el Congreso el llamado Pacto de Toledo, que pretendía sacar de la manipulación política el tema de las pensiones!

Ayer, las televisiones dieron cuenta de las imágenes difundidas por la televisión vasca en la que tres encapuchados de ETA explicaban que no han llegado a ningún pacto con el PNV y denostaban el plan de Juan José Ibarretxe.

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Aznar se había lanzado a la piscina cuando escuchó el rumor de un acuerdo entre ETA y el PNV. En las ondas, Iñaki Gabilondo insistió a primeros de semana: ¡Ojo! Puede ser, explicó, que para Jaime Mayor haya pacto, quizá para él lo ha habido desde hace mucho tiempo, pero esto no es un hecho, debe ser confirmado. Y tanto. La realidad ha estropeado la buena noticia que Aznar había acogido con cariño.

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