Las poblaciones de grandes peces se han reducido en un 90% desde 1950
Los científicos advierten de la urgencia de tomar medidas para recuperar algunas especies
Si los niveles de pesca continúan como hasta ahora en los océanos, los grandes peces seguirán el camino de los dinosaurios. La alerta viene de la comunidad científica, a raíz de un exhaustivo estudio de las poblaciones de grandes peces presentado hoy en la revista Nature. "Desde 1950, con el surgimiento de las pesquerías industrializadas, hemos reducido rápidamente las comunidades de grandes peces a menos del 10%, no sólo en algunas áreas o poblaciones, sino comunidades enteras, desde los trópicos a los polos", resume Boris Worm, uno de los autores del estudio.
Los científicos destacan que este estudio, que recoge datos obtenidos desde hace medio siglo, es crucial para la recuperación de las especies, porque cuando se utilizan datos recientes en la gestión de pesquerías, los niveles base y las estimaciones mínimas pueden ser erróneas respecto a la composición y abundancias de las poblaciones antes de ser esquilmadas.
Ransom A. Myers y Worm, del Departamento de Biología de la universidad Dalhousie (Halifax, Canadá) y de la Universidad de Kiel (Alemania) han utilizado datos desde el inicio de la explotación pesquera hasta ahora en nueve sistemas oceánicos y cuatro plataformas continentales y concluyen su artículo: "El declive de grandes predadores en las regiones costeras se ha extendido al océano global, con potencialmente graves consecuencias para los ecosistemas". Myers advierte: "Hemos de ser conscientes de lo cerca que están de la extinción algunas de estas poblaciones, y actuar ahora, antes de alcanzar el punto de no retorno.
Sólo queda en los mares el 10% de la biomasa de grandes peces como el atún, el pez espada, el marlin y otras como el bacalao, el halibut, la raya y el fletán. Además, los investigadores han constatado que las pesquerías industrializadas normalmente reducen la biomasa de una comunidad en un 80% en sólo 15 años desde que empieza a explotarse.
Impacto en los ecosistemas
"El impacto en los ecosistemas oceánicos ha sido enormemente subestimado", comenta Worm en un comunicado de la organización SeaWeb. "Está la megafauna, los grandes predadores del mar, y las especies que más valoramos. Su declive no sólo amenaza el futuro de estos pescados y de las pesquerías que dependen de ellos, sino que también puede provocar una total reorganización de los ecosistemas oceánicos, con consecuencias globales desconocidas". El análisis ahora presentado ha llevado diez años de trabajo a estos investigadores.
Algunos científicos han puesto en cuestión los dados del estudio, no tanto las estimaciones globales como las cifras concretas de algunas especies, como el atún. "Es porque algunos olvidan lo que solíamos tener", comenta al respecto Jeremy Jackson, de la Institución Scripps de Oceanografía (EE UU). "Teníamos los océanos llenos de peces heroicos, literalmente monstruos marinos. La gente solía arponear peces espada de tres metros de largo desde barcos de remos. La obra de Hemingway El viejo y el mar era realidad".
Myers y Worm han constatado efectivamente que el declive de los grandes peces no sólo se refiere a cantidades de ejemplares sino que con la presión pesquera intensa estos peces no llegan a alcanzar nunca los tamaños del pasado. "Donde hay datos disponibles, hemos observado que el tamaño medio de estos máximos predadores es sólo entre un quinto y la mitad de lo que solía ser", dice Myers.
En su artículo en Nature, los dos científicos advierten de que la mayoría de sus colegas, así como los responsables de las políticas pesqueras, pueden no ser conscientes de la auténtica magnitud del cambio en los ecosistemas marinos porque la mayoría de los declives se producen durante los primeros cinco años de explotación de una zona o una especie, normalmente antes de que se empiecen las observaciones. Por ello los planes de gestión normalmente se ponen en marcha mucho después del inicio de la pesca industrializada y sólo sirven para estabilizar la biomasa de peces a niveles bajos.
Pesca sostenible
"La pesca sostenible está seriamente amenazada en todo el mundo", advierte Myers. Recuerda que en la cumbre de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, celebrada el año pasado en Johanesburgo (Suráfrica), los países hicieron un llamamiento global para recuperar las reservas pesqueras hasta niveles que puedan proporcionar una explotación sostenible en el horizonte de 2015. Este estudio puede aportar la información básica necesaria para cumplir ese objetivo.
La solución del problema es simple pero tal vez difícil de poner en práctica. Para la recuperación de las especies sencillamente hay que reducir la cantidad de capturas anuales, lo que se concreta en la reducción de cuotas de pesca, el recorte de los subsidios y la creación de redes de reservas marinas. Puede hacer falta una reducción del 50% de las capturas para evitar un declive aún mayor de algunas especies, advierte Myers. "Si se recuperasen las reservas hasta niveles altos, se podrían obtener tantos peces como ahora en el océano con un tercio o un 10% del esfuerzo. Sería difícil para los pescadores de momento, pero a la larga verían las ventajas".
Sólo 10 años para algunos cetáceos
La situación de algunas especies de pequeños cetáceos, como el delfín del río Yangtze es tan grave que pueden desaparecer en una década, según un estudio del Grupo de Expertos en Cetáceos de la Unión Internacional para la Conservación (IUCN).
Hasta la fecha los humanos no han provocado la extinción de ninguna especie de cetáceo, pero esta afirmación dejará de ser cierta dentro de poco: no deben quedar actualmente más de unas pocas decenas de delfines del Yangtze, advierte el estudio. Se estima que la población de estos animales entre 1985 y 1986 era de unos 300 ejemplares; los rastreos intensos realizados entre 1997 y 1999 sólo avistaron una veintena de estos delfines de agua dulce, con una población actual limitada al canal principal del río Yangtze (China).
También están clasificadas por la IUCN como "críticamente amenazadas" la marsopa del Golfo de California y varias poblaciones de ballenas y delfines. Entre las recomendaciones para la protección de los pequeños cetáceos amenazados, los expertos señalan que hay que evitar prácticas como la pesca con descargas eléctricas que dañan a los delfines del Yangtze, o las pesquerías que provocan la captura involuntaria de marsopas del golfo de California.
Para proteger el delfín Hector, endémico de Nueva Zelanda, es aconsejable extender las áreas protegidas actuales.
Aunque la IUCN advierte que la situación de muchos cetáceos están empeorando y que las amenazas para su supervivencia aumentan en muchos casos, reconoce un "cauto optimismo" acerca de la efectividad de algunos planes pasados y en marcha sobre conservación de poblaciones de algunas grandes ballenas.
El Grupo de Especialistas en Cetáceos de la IUCN está formado por 75 expertos de todo el mundo y ha realizado tres informes (el último presentado ahora) desde 1988.
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