Helsinki acoge el rigor constructivista y el carácter poético de la obra de Gerardo Rueda

La obra de Gerardo Rueda (Madrid, 1926-1966), uno de los grandes constructivistas del arte contemporáneo español, y artista de gran coherencia, está en plena expansión por el mundo. La muestra Madrid-París-Madrid, que relaciona a Rueda con las vanguardias sin perder su vinculación con las tradiciones españolas (con lo que tanto impresionó en París), se exhibirá en Helsinki y viajará después a Bélgica y Nueva York. Un conjunto de 67 piezas, que incluyen óleos, esculturas y collages, habla "del rigor y la sutileza" de la obra de Rueda, dijo la comisaria Barbara Rose.

"Quiero hacer una pintura ordenada, evidente y clara". Así, de esta forma casi lapidaria, expresaba Rueda una aspiración que arrancó en los años cuarenta. El pintor se licenció en Derecho pero enseguida desvió su carrera para ingresar en el universo de las artes plásticas. Éste será el único giro radical que daría a lo largo de sus 70 años Gerardo Rueda, hombre discreto, de carácter minucioso (como gran coleccionista que era de cualquier objeto) y artista dueño de una obra de gran coherencia.

La norteamericana Barbara Rose, comisaria de la exposición, historiadora del arte y autora de una gran biografía de Rueda (quizá la única), habló ayer de esa estabilidad de su obra en la presentación de la exposición, que forma parte del programa Arte español para el exterior, organizado por la Sociedad para la Acción Cultural Exterior (Seacex). "La coherencia se expresó ya en sus años en París. En esa etapa demuestra cómo está relacionado con ciertas tradiciones españolas, allí empieza su relación con Zobel y con el arte constructivista. Después, como gran viajero que era, demostró una gran curiosidad por todas las culturas, como la asiática y africana, y su arte está también relacionado con los espacialistas italianos. Pero él siempre destilaba todas estas influencias y las expresaba de acuerdo con su interpretación, lo que dio lugar a un arte muy original y riguroso".

Esa originalidad la explica Rose en el tratamiento que da Rueda a las sombras ("hace de ellas el negativo"), en cómo interpreta la estética del clasicismo, en su atracción por la monumentalidad, en su arte "íntimo y poético".

Mostrar la obra de Rueda por el mundo "es algo muy especial", dijo Miguel Ángel Cortés, secretario de Estado de Cooperación para Iberoamérica, "porque estaba en el origen de esta aventura a través de una exposición que él mismo preparó para museos de Nápoles, Milán y Módena". Añadió también que a través del programa de Arte español en el extranjero ya se han organizado 40 exposiciones, y que concluirá en 2003 con 60 muestras. El presidente de Seacex, Felipe Garín, dijo que la incorporación de dos constructivistas, como Gerardo Rueda y Eusebio Sempere (desde el día 9 en Roma), aumenta la calidad del programa, que cuenta con 14 exposiciones en marcha por todo el mundo.

La de Rueda, que se podrá contemplar desde el 22 de mayo en el Museo Amos Anderson de Helsinki hasta el 10 de agosto, se exhibirá luego en el Museo PMMK de Ostende (Bélgica), y el Chelsea de Nueva York.

En una entrevista realizada por Juan Manuel Bonet y Francisco Rivas le preguntaron al artista si su preocupación era racional: "En el fondo, no", respondió. "No me interesa algo racional, sino algo muy simple, muy sensible y en nada frío...".