Francia insiste en una Administración iraquí legitimada por la ONU

Una de cal y una de arena. El ministro francés de Exteriores, Dominique de Villepin, acepta pragmáticamente que la propuesta de Estados Unidos, Reino Unido y España para una ocupación de Irak por un año es "un punto de partida", pero multiplica las advertencias: "Hace falta una administración iraquí legitimada por Naciones Unidas" y "reglas precisas para la explotación del petróleo" que aseguren que los iraquíes "no serán desposeídos de sus riquezas", según las declaraciones publicadas ayer por el diario Le Monde.

Horas más tarde continuó su ofensiva de comunicación en la emisora de radio RTL, en la que se mostró dispuesto a abrir el debate respecto a la futura composición del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, considerando plenamente justificado el papel de Francia en ese órgano y sin cuestionarse el derecho de veto que tiene atribuido en su calidad de potencia nuclear. "¿Que haya, por ejemplo, la posibilidad de tener además un representante de la Unión Europea (en el Consejo de Seguridad)? ¿Por qué no?", se preguntó y contestó a sí mismo.

De Villepin intenta ante todo tranquilizar a la opinión pública de su país sobre el mantenimiento de las ambiciones de Francia en política exterior y trasladarle una impresión de pragmatismo. Las autoridades de París están haciendo esfuerzos para recuperar un lugar en la comunidad internacional frente a unos Estados Unidos que cada vez cuentan menos con Francia. Desde el proyecto de resolución depositado en la ONU por los que fueron a la guerra, hasta la reunión celebrada recientemente en Londres para debatir la fuerza de ocupación de Irak -al margen de la OTAN-, París no ha sido tomado en cuenta para nada.

"Espíritu constructivo"

De ahí la multiplicación de las señales de apertura y pragmatismo, en vísperas de nuevos debates en el seno de Naciones Unidas. "Confirmo la disposición de Francia (...) a abordar esas discusiones sobre el futuro de Irak en un espíritu a la vez constructivo y abierto", dijo el viernes el presidente francés, Jacques Chirac, no sin recordar el principio de la "restauración de su soberanía lo más rápidamente posible", en una de sus escasas alusiones a la posguerra de Irak tras el fin del conflicto.

Parte de esa búsqueda de espacio es la petición de "más transparencia" para el proceso que lleva a la paz en Irak y el establecimiento de una rendición de cuentas a la ONU -"por ejemplo, cada tres meses"- por parte de la autoridad provisional de Irak.

"¿Quién puede conferir la legitimidad internacional, más que las Naciones Unidas?", se pregunta el ministro francés de Exteriores, al ser interrogado por la propuesta de resolución estadounidense, apoyada por Reino Unido y España, que prevé un año de ocupación de Irak, el levantamiento inmediato de todas las sanciones comerciales y financieras y la constitución de un fondo de ayuda a Irak patrocinado por la ONU, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.