Los precedentes de los protectorados de Kosovo y Kabul
Irak se sumará previsiblemente a los modernos protectorados de facto aprobados por resoluciones de la ONU. Los últimos precedentes son los de Afganistán y Kosovo. Si bien estos conflictos gozaron de una legitimidad y consenso internacional muy distintos a los de la última guerra del Golfo, tanto en estos casos como en la resolución presentada ayer sobre Irak figura el respaldo del Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, que ampara el uso de la fuerza para garantizar la seguridad internacional.
En las tres resoluciones también se subraya "la soberanía e integridad territorial" de los países -de la entonces República Federal de Yugoslavia, en el caso de Kosovo-, la designación de un representante especial de la ONU -coordinador en la propuesta de EE UU para Irak-, el establecimiento de una autoridad interina y la presencia renovable de una fuerza internacional de seguridad.
Pero las diferencias son notables. La resolución 1.244, del 10 de junio de 1999, sobre Kosovo dice en su punto 5: "Decide desplegar en Kosovo, bajo los auspicios de Naciones Unidas, presencias internacionales, una civil y otra internacional" (...). Esta última se explicita en el Anexo 2, tendrá una "participación sustancial" de la OTAN.
Ambas presencias -la civil estará controlada por el representante especial de la ONU, se dice en el punto 19- se establecerán "por un periodo inicial de 12 meses y se mantendrán después, a menos que el Consejo de Seguridad decida otra cosa". Este punto tiene una redacción idéntica al 23 del plan de EE UU para Irak.
La resolución 1.244 también decide promover "una autonomía y un autogobierno sustancial en Kosovo" y a "facilitar un proceso político encaminado a determinar el estatuto futuro de Kosovo". La "autonomía sustancial" se concretó en las elecciones municipales de octubre de 2000 y las legislativas de noviembre de 2001. El control bicéfalo entre la ONU y la OTAN no ha avanzado tanto en el segundo objetivo.
Fuerza internacional
La resolución 1.386, del 20 de diciembre de 2001, sobre Afganistán establece "el despliegue de una fuerza internacional de seguridad (ISAF), autorizada por la ONU", por un periodo de "seis meses" para ayudar "a la Autoridad Interina Afgana en el mantenimiento de la seguridad en Kabul y sus alrededores". La presencia de la ISAF fue ampliada otros seis meses en mayo de 2002 y a 12 en noviembre de ese año en posteriores resoluciones.
Pese a las diferencias, es de prever que también en Irak la presencia de una fuerza internacional se alargue en el tiempo y que el país sea gobernado bajo una nueva forma de despotismo humanitario.
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